Las divergencias en la recuperación económica global tras la crisis provocada por la pandemia y el proceso abierto por presunta mala práctica a Kristalina Georgieva, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), marcarán la asamblea anual que el organismo celebra conjuntamente con el Banco Mundial (BM) esta semana.
Este martes, el FMI presentará su influyente informe de “Perspectivas Económicas Globales” con las nuevas previsiones macroeconómicas en un momento de preocupación acerca de la elevada inflación y el persistente freno de la pandemia, especialmente en las economías en desarrollo con menor acceso a las vacunas.
En un discurso la pasada semana, Georgieva adelantó que el FMI revisará a la baja las estimaciones globales, que en julio ubicó en el 6% para el 2021.
“Encaramos una recuperación global que aún cojea por la pandemia y su impacto. No somos capaces de caminar hacia adelante de manera apropiada, es como caminar con piedras en nuestros zapatos”, sostuvo en una conferencia en la Universidad Bocconi en Milán (Italia).
Si bien las economías avanzadas muestran una mayor solidez, Georgieva subrayó que en muchos países en desarrollo ven cómo “el crecimiento continúa empeorando, lastrado por la falta de acceso a las vacunas y las restricciones fiscales”.
La asamblea anual del FMI y el BM, el gran foro de líderes económicos mundiales, se volverá a celebrar de manera mayoritariamente virtual, aunque se espera contar con la participación de varios ministros y banqueros centrales para algunas de las reuniones de más alto nivel.
De nuevo, los ejes serán la recuperación tras la pandemia, la aceleración de las políticas económicas para encarar el cambio climático y la necesidad de ampliar el acceso a las vacunas para los países en desarrollo.
Investigación sobre Georgieva
A este complejo panorama se suman las dudas abiertas respecto a la credibilidad de los dos organismos, las dos principales instituciones económicas mundiales, por la investigación en marcha contra Georgieva por supuestamente presionar para mejorar los datos sobre China cuando trabajaba en el BM.
En la última semana, el director ejecutivo del FMI se ha reunido en dos ocasiones con la directora gerente para aclarar los detalles del proceso abierto y ha reiterado su compromiso con una revisión “exhaustiva, objetiva y oportuna” del asunto.
El reporte del bufete de abogados Wilmer Hale, divulgado el pasado 16 de setiembre y que ha desatado la crisis, señaló que varios altos funcionarios del Banco Mundial en el 2017, entre ellos Georgieva, presionaron desde dentro del organismo de manera “indebida” para mejorar la clasificación de China en su informe periódico “Doing Business”.
El objetivo era adelantar su posición en un momento en que el BM buscaba el apoyo de Pekín para incrementar su capital.
Como consecuencia de estas acusaciones, el organismo ha cancelado la divulgación del informe “Doing Business”, una de sus publicaciones más influyentes y que estaba dedicado a valorar el clima de inversión en los diferentes países.
Georgieva, por su parte, ha asegurado estar en desacuerdo “fundamental” con los hallazgos e interpretaciones de esa investigación independiente.
La economista búlgara fue directora ejecutiva del BM desde enero del 2017 hasta el 1 de octubre del 2019, antes de pasar a encabezar el FMI para suceder a la francesa Christine Lagarde.