(Foto: Reuters)
(Foto: Reuters)

El presidente de , , inició el último jueves el cuarto y último año de su actual mandato, una contrarreloj de 365 días para forjar su legado, hoy difuminado entre la gestión de la pandemia, la crisis social y el proceso constituyente en el que está inmerso el país.

Piñera acabará siendo “el último presidente de la etapa posautoritaria”, que iría desde el regreso de la democracia (1990) hasta la redacción de la nueva Constitución que está en ciernes, o “el mandatario que vacunó al país”, según algunos analistas, siendo ambos calificativos fruto de circunstancias sobrevenidas y ajenas a su programa inicial de Gobierno.

Tras la ola de protestas contra la desigualdad que comenzó en octubre del 2019 y con la crisis generada por la pandemia, la agenda liberal de Piñera quedó desplazada, aunque la gestión económica de estos dos eventos también apunta como candidata a ser parte de su legado, pues podría dejar el país con un crecimiento en el 2021 de 6%, según estimaciones del

En la conmemoración de su tercer año de Gobierno el jueves, Piñera puso el acento en el elevado ritmo de vacunación que mantiene el país, tendente a lograr inocular a toda la población objetivo, unos 15 millones de personas, para el segundo trimestre del año.

Además, aprovechó la ocasión para anunciar nuevas ayudas económicas a la clase media y repasó las dispuestas hasta el momento, entre protección sanitaria y social y planes de recuperación económica y de empleos.

“Hoy cumplimos tres años de Gobierno. Los últimos 18 meses (desde el estallido social) han sido muy duros y difíciles para las familias chilenas, para el Gobierno y para este presidente. Sin embargo, estamos saliendo adelante. Este año nuestra economía se recuperará con mucha fuerza”, expresó el mandatario conservador.

“El presidente que vacunó al país”

Con la llegada de la pandemia, el Gobierno comenzó a negociar con un amplio abanico de laboratorios de todo el mundo para asegurar poder disponer de dosis suficientes de las vacunas contra el

Como resultado, el país es hoy uno de los líderes mundiales en vacunación, con más de 4.4 millones de personas inoculadas hasta la fecha (más del 23% de la población total).

“Piñera podría ser recordado como el presidente que vacunó al país”, dijo el politólogo de la Universidad Diego Portales (UDP) Claudio Fuentes.

Este exitoso programa de vacunación empujó las perspectivas de crecimiento económico del país hasta el 6% que estima el FMI para el 2021, lo que neutralizaría en solo un año la contracción de 6% que el mismo organismo estimó para el 2020.

“Si (Piñera) es recordado a va a ser por el manejo de la pandemia en temas socioeconómicos. Si yo veo el manejo de la crisis como un todo, es de una buena performance”, dijo el director de la Escuela de Negocios Universidad Mayor, Francisco Castañeda, quien valoró el fondo de ayudas por US$ 12,000 millones que creó el Gobierno para paliar la crisis, aunque llegara tarde.

Para el académico del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile Robert Funk, “con un alto precio del cobre y la continuidad de la vacunación, este año el país va a vivir una reactivación más o menos fuerte” con la que “Piñera va a poder decir que entrega un país relativamente conectado”, dijo.

“El último presidente de la etapa posautoritaria”

No obstante, Funk apuntó principalmente a la figura de Piñera como “el último presidente de la etapa posautoritaria”, la que ha vivido el país hasta la fecha tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y que acabará cuando se promulgue la nueva Constitución.

“El legado de Piñera será cerrar esta etapa. A la fuerza, pero una vez que las cosas se dieron (el proceso constituyente nació como una forma de descomprimir las protestas) él será el presidente bajo cuyo mandato todo esto ocurrió y el próximo entrará en una nueva dinámica”, explicó Funk.

La efervescente actividad política que se vivirá este año, con la elección en abril de los constituyentes que redactarán la nueva Carta Magna, junto a los comicios de alcaldes, concejales, gobernadores regionales, así como las elecciones presidenciales de noviembre, supondrán un punto de incertidumbre para Piñera.

“Pienso que este año va a haber elecciones prácticamente para todos los cargos electos del país y es un recambio total de la clase política, suponiendo que haya recambio. Hay incertidumbre sobre qué pasará ahí y no sabemos bien si el proceso constituyente logrará canalizar esa rabia que vimos en la calle con el estallido social”, dijo Funk.

Asimismo, Fuentes observó que la acción gubernamental en este año electoral puede verse condicionada por “movimientos” y “presiones” para “alcanzar posiciones de poder” y que “se generen ciertas coyunturas que ayuden a las coaliciones a mantenerse”.