
La carismática abogada Jeannette Jara será la primera comunista que será candidata presidencial de la alianza de centro izquierda de Chile.
Con un discurso en el que apela a los sectores populares y con distanciamiento respecto a las posiciones tradicionales del Partido Comunista sobre temas espinosos, Jara se impuso con holgura en las elecciones primarias del oficialismo chileno.
Obtuvo más de doble de apoyos (60%) que la segunda, la socialdemócrata Carolina Tohá (28%). Atrás, muy atrás, quedaron el representante del Frente Amplio -el partido del presidente Gabriel Boric-, Gonzalo Winter (9%), y Jaime Mulet (2.7%), del partido Federación Regionalista Verde Social.
Por delante le queda una dura campaña con el fin de derrotar a los candidatos de la derecha José Antonio Kast, y Evelyn Matthei, quienes lideran las encuestas para las elecciones generales del 16 de noviembre.
Popular y carismática
“No vengo de la élite, sino que de un Chile que se levanta temprano a trabajar”. Jara arrancó su precampaña con esta frase, para enfatizar su origen humilde, en contraste al de sus rivales.
Exministra de Trabajo de Boric, Jara, de 51 años, es la mayor de cinco hermanos. Estudió en un colegio y una universidad públicos, la Universidad de Santiago, donde dio sus primeros pasos en la política al liderar la federación de estudiantes, entre 1997 y 1998.
Es hija de un mecánico y de una ama de casa. Tiene un hijo de 18 años.
“Sé lo que es que el sueldo no alcance”, aseguró. Estudió Administración Pública y luego Derecho.
Surgió como opción presidencial luego de que en su gestión como ministra lograra reducir la semana laboral de 45 a 40 horas, y tras liderar las negociaciones para reformar el sistema privado de pensiones.
Sus cercanos, precisamente, destacan esa capacidad de diálogo como una de las grandes cualidades de Jara.
“En la universidad ella condujo una mesa de la federación que era diversa. Le tocó ser capaz de confluir en posiciones distintas pero por el mismo objetivo, y creo que esa ha sido la característica que ha tenido durante muchos años”, dice a la AFP Alejandra Placencia, diputada comunista y amiga de Jara.
Sus formas le han valido la comparación con la expresidenta Michelle Bachelet, con quien ella misma ha reconocido cierto parecido físico.
Su personalidad cercana, amable, sin estridencias ni agresividad, fue clave en su triunfo del domingo frente a Carolina Tohá, exministra como ella, muy resolutiva, pero percibida como distante.
Jara mostró ser “pragmática, mucho más cercana, y claramente con mejor conexión con el electorado más fiel del oficialismo”, dijo a la AFP la analista de la Universidad Diego Portales, Nerea Palma.
“Lo que ha hecho (Jara) es traer esperanza nuevamente en la política”, agrega Placencia.
Distancia con el Partido Comunista
Jara ingresó a las Juventudes Comunistas a los 14 años, pero en esta aventura electoral tomó distancia con los postulados del partido. En la recta final de la campaña, se posicionó sobre Cuba o Venezuela. Admitió -a diferencia de la directiva de su partido-: aseguró que en ambos países se violan los derechos humanos.
Elegantemente esquivó decir si el PC iba a sumar a su comando de campaña para las primarias al controvertido exalcalde Daniel Jadue, en prisión domiciliaria por un supuesto fraude bajo su administración municipal, lo que le impidió volver a competir por la candidatura presidencial.
Jadue perdió la primaria contra Boric en 2021.
“Quienes quieran sumarse a hacer campaña son muy bienvenidos, incluido Daniel Jadue si quiere hacer campaña en algún metro o volanteo”, señaló Jara.
“Soy la candidata de la centro izquierda, no del Partido Comunista”, afirmó el lunes tras el triunfo en las primarias.
Voté por Jara porque “ella se mantiene firme en su posición, no deja que nadie le cambie su forma de pensar”, dice Beatriz Salinas, estudiante de 27 años.
Dura batalla frente a la derecha
La distancia con el PC podría ayudar a Jara a remontar frente a las dos cartas de la derecha mejor posicionadas: el exdiputado Kast y la exalcaldesa Matthei.
En su discurso de triunfo, Jara llamó a la unidad para derrotar a la “amenaza” de la ultraderecha:
“Los llamo a no soltar nuestras manos, a tenerlas juntas para enfrentar desde la unidad, política y social más amplia posible a la ultraderecha chilena y detenerla. Esa es la tarea para lo que viene”, dijo la noche del triunfo.
Kast respondió su emplazamiento este lunes: “La izquierda radical ha traído dolor, ha traído pobreza, ha traído violencia a nuestro país”, destacó.