
El ministro de Defensa de Japón, durante una visita a una base militar cercana a Taiwán, afirmó que avanzan los planes para desplegar misiles en el lugar, mientras persisten las tensiones entre Tokio y Pekín por la isla asiática.
“El despliegue puede ayudar a reducir la posibilidad de un ataque armado contra nuestro país”, declaró Shinjiro Koizumi a periodistas el domingo, al concluir su primera visita a la base en la isla japonesa de Yonaguni, en el sur del país. “La idea de que esto aumentará las tensiones regionales no es correcta”.
En enero, el entonces ministro de Defensa, Gen Nakatani, había dicho que Tokio planeaba instalar misiles Tipo 03 Chu-SAM en Yonaguni, aunque hasta ahora se ha avanzado poco. Estos misiles, lanzados desde camiones, están diseñados para contrarrestar amenazas aéreas a una distancia de hasta 48 kilómetros.
Koizumi, que asumió el cargo de ministro de Defensa el mes pasado, señaló el domingo que el ministerio sigue trabajando en el plan y que compartirá los detalles con el gobierno local y los habitantes de Yonaguni una vez que estén finalizados.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, afirmó en una conferencia de prensa el lunes que el despliegue de misiles sería “extremadamente peligroso” y lo calificó como un “movimiento deliberado que genera tensiones regionales y alimenta la rivalidad militar”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán remitió preguntas al Ministerio de Defensa, que no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

El plan para ubicar misiles superficie-aire de medio alcance en Yonaguni, a unos 110 kilómetros al este de Taiwán, forma parte de un refuerzo militar más amplio en la cadena de islas del sur de Japón. Las medidas reflejan la preocupación de Tokio por el creciente poder militar de China y la posibilidad de un enfrentamiento por Taiwán.
Cuando China respondió a la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taiwán en 2022, con grandes maniobras militares alrededor de la isla, varios misiles balísticos cayeron justo al sur de Yonaguni, lo que ilustró de manera contundente la cercanía de la isla con un posible conflicto por el control de Taiwán.
El temor de Japón a verse involucrado en un conflicto por Taiwán se intensificó tras una disputa por recientes declaraciones de la primera ministra Sanae Takaichi sobre el territorio autónomo, que Pekín considera una provincia que debe ser sometida a su control, incluso por la fuerza si fuera necesario.

El 7 de noviembre, Takaichi planteó la posibilidad teórica de que Japón pudiera desplegar sus fuerzas junto con otros países si China atacara Taiwán, lo que provocó una airada reacción y represalias económicas por parte de Pekín.
Desde entonces, Takaichi ha vuelto a la postura tradicional del gobierno de no comentar escenarios concretos que pudieran implicar el uso del ejército japonés, aunque China sigue exigiendo una retractación. El sábado, un funcionario japonés rechazó las afirmaciones chinas de que Takaichi hubiera cambiado la posición de Japón respecto a una crisis en Taiwán y las calificó de “totalmente infundadas”.








