IATA. (Foto: Difusión)
IATA. (Foto: Difusión)

El vicepresidente regional de la, Peter Cerdá, afirmó que es muy grave que los países latinoamericanos consideren al transporte aéreo como un “lujo” pese a su importancia en la región.

También señaló que los países de la región no han sabido aprovechar la oportunidad de trabajar con la asociación.

IATA anunció, durante la asamblea que celebra en Boston, que las aerolíneas de Latinoamérica perderán este año US$ 5,600 millones y que en el 2022 las pérdidas se reducirán a US$ 3,700 millones aunque en otras regiones, las compañías saldrán de los números rojos.

Cerdá dijo que la situación del sector en la región ya era complicada antes de la pandemia y que mientras que las compañías europeas y norteamericanas disfrutaban de beneficios, las de Latinoamérica estaban con pérdidas. Y apuntó las razones por las que considera que esto ha ocurrido.

“Es una región con altos costes de impuestos y tasas, y las regulaciones en muchos de los países hacen muy complicado que una aerolínea sea competitiva porque hay una tarifa máxima. En un ambiente tan competitivo como el de la aviación, las aerolíneas latinoamericanas están en desventaja”, explicó.

Cerdá lamentó que durante la pandemia, ningún Gobierno de la región ofreciera ayudas financieras a las aerolíneas, como sí sucedió en otras partes del mundo.

“Es un problema muy grave que en nuestra región todavía se vea el transporte aéreo como un modo de transporte de lujo cuando América Latina es de las dos o tres regiones que más dependen del transporte aéreo”, declaró.

“En Europa y Norteamérica hay ferrocarril y buenas carreteras. En no tenemos eso. La única competencia del transporte aéreo son los autobuses”, continuó.

Y explicó que un trayecto en avión entre Mendoza y Buenos Aires, en Argentina, o Manaos y Sao Paulo, en Brasil, solo supone una pequeña fracción del tiempo que se requiere para hacer ese mismo viaje por carretera.

“Desafortunadamente, pocos Gobiernos ven que el transporte aéreo juega un papel social y económico muy estratégico para el bienestar. Nuestros países dependen mucho del turismo pero no han aprovechado las oportunidades que otras partes del mundo están realizando al trabajar con nosotros como socios estratégicos”, continuó.

Cerdá también lamentó que tres de las principales economías de Sudamérica (Argentina, Brasil y Chile) sean los países que todavía mantienen algunas de las mayores restricciones al viaje aéreo internacional y dijo que teme el “impacto indirecto en los otros países” de la región.

“Son tres países donde sus ciudadanos viajan mucho. Hay muchos lazos culturales, sociales y también económicos”, manifestó.

Incidió en la importancia de “la coordinación entre países”, algo que dijo “desafortunadamente no está ocurriendo, no sólo en la región sino también en otras partes”.

Aun así, indicó que todavía Argentina y Chile pueden levantar las restricciones, como la eliminación de las cuarentenas, en noviembre, a tiempo para la temporada de verano del Cono Sur, lo que permitiría un repunte de los viajes a la región.

Finalmente, sobre la situación de Venezuela, Cerdá se mostró pesimista.

“Desafortunadamente (Venezuela) está fuera del escenario. Hay muy pocos vuelos con Europa. Dentro de la región prácticamente solo con Panamá. No hay conectividad con Norteamérica y muy limitada con América Latina”, explicó.

Añadió que las aerolíneas se han resignado a no poder recuperar los alrededor de US$ 3,800 millones que las autoridades venezolanas han retenido a las aerolíneas.

“En estos momentos, las líneas aéreas lo tienen perdido con este Gobierno. Esperamos que en el futuro cuando la situación política cambie, haya la oportunidad para recuperar esas divisas que el Gobierno venezolano tiene”, concluyó.

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