
Glencore Plc presentó una solicitud para que dos proyectos de cobre, con una inversión total estimada en más de US$ 13,000 millones, se incluyan en el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) de Argentina.
La comercializadora suiza de materias primas busca acceder a beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios que ofrece el programa gubernamental para El Pachón, en la provincia de San Juan, y Agua Rica, en Catamarca, según informó en un comunicado el lunes.
Glencore se une a una lista creciente de mineras que buscan acogerse al programa en un país que antes fue considerado un paria para la inversión extranjera debido a los controles de capital y la intervención estatal. Argentina está recuperando la confianza de las empresas gracias a que el presidente Javier Milei ofrece un marco para blindar sus compromisos de capital.
“Este marco ha cambiado el panorama de las inversiones en Argentina, proporcionando un catalizador clave para atraer importantes inversiones extranjeras al país”, dijo el director ejecutivo de Glencore, Gary Nagle, en el comunicado. “La presentación de hoy marca un paso significativo hacia el desarrollo de El Pachón y Agua Rica”.
Se espera que los proyectos de El Pachón y Agua Rica requieran inversiones de US$ 9,500 millones y US$ 4,000 millones, respectivamente, si Glencore decide avanzar en su desarrollo. Con ellos, ya se presentaron al RIGI 20 proyectos por más de US$ 33,600 millones, señaló el ministro de Economía, Luis Caputo, en una publicación en X.

El Pachón despierta especial interés en el mercado del cobre por su envergadura y su ubicación en San Juan. La provincia apunta a convertirse en un nuevo polo minero en un momento en que la industria busca satisfacer la creciente demanda de cobre, un insumo clave para la electrificación. BHP Group Ltd. y McEwen Copper Inc. también están ampliando su presencia en la región.
Argentina ya ha tenido éxito con el litio, un mineral fundamental para fabricar baterías de autos eléctricos. Sin embargo, los proyectos de cobre suelen ser más grandes, más costosos y más destructivos. Además, Argentina ha sido históricamente un destino precario para la exploración de metales, ya que su economía se centró en la agricultura y el petróleo, a diferencia de Chile y Perú.