La Fundación Gates y la organización benéfica biomédica británica Wellcome prometieron el martes US$ 150 millones cada una para la lucha contra el COVID-19 y prevención de futuras pandemias.
Los US$ 300 millones se destinarán a la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), una asociación global fundada hace cinco años que codirige Covax, la iniciativa para distribuir vacunas contra el COVID-19 en el mundo en desarrollo, junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Gavi, la Alianza para la Vacunación.
“Ninguno de nosotros cree que ómicron será la última variante, o que COVID-19 será la última pandemia”, dijo el científico británico Jeremy Farrar, director de Wellcome.
“Necesitamos una respuesta verdaderamente global”, agregó, instando a los gobiernos a aumentar sus contribuciones.
La inversión anunciada representa solo una pequeña fracción del nuevo plan de acción quinquenal de CEPI, que requiere US$ 3,500 millones.
Una conferencia organizada el próximo marzo en Londres debería ayudar a recaudar la suma que se trazó como objetivo.
Fundada en el 2017 tras la epidemia de ébola, la coalición CEPI ha realizado contribuciones a la lucha contra la pandemia del coronavirus.
Ha proporcionado financiación para 14 proyectos de vacunas, incluidos los de AstraZeneca, Moderna y Novavax.
“Esas vacunas marcaron una gran diferencia, salvaron muchas vidas y salieron muy rápido”, declaró Bill Gates, cofundador de la Fundación Bill y Melinda Gates.
Pero el panorama es mixto, agregó, y “no llegamos a la cantidad en los países en desarrollo tan rápido como queríamos”.
Uno de los objetivos clave de CEPI es reducir drásticamente el tiempo que lleva desarrollar vacunas que salvan vidas contra cualquier nueva amenaza viral dentro de los 100 días posteriores a la secuenciación del patógeno.
“Entregar vacunas en 11 meses como lo hicimos en el 2020 no tiene precedentes. Pero ciertamente no fue suficientemente bueno”, dijo el director ejecutivo de CEPI, Richard Hatchett.
“La propagación sin precedentes de la variante ómicron altamente infecciosa en todo el mundo durante los últimos dos meses ejemplifica las formas en que debemos estar preparados, tanto en términos de velocidad como de escala de nuestra respuesta, para responder a futuras amenazas”, agregó.