Las crisis simultáneas que han surgido y su gravedad como la guerra en Ucrania y su impacto global tras dos años de pandemia, formarán parte de los desafíos para la reunión de líderes en el Foro de Davos.
La mayor reunión anual del Foro Económico Mundial, una entidad que promueve las alianzas público-privadas, es única en su género por ser la única plataforma en la que responsables políticos de primer nivel departen abiertamente y hasta apalabran acuerdos con los ejecutivos de las firmas que mueven la economía mundial.
Adicionalmente, responsables políticos y empresariales tienen la oportunidad de dialogar con expertos de distintas áreas -ciencia, tecnologías, derechos humanos, exploración espacial, entre muchas otras- para empaparse de las últimas tendencias, innovaciones y comprender los desafíos y oportunidades que ofrecen.
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Esos intercambios no se producen únicamente en reuniones formales, sino también en encuentros informales, durante recepciones, cenas, en pausas para el café o a la salida de alguna de las cerca de 400 sesiones que forman el programa del Foro de Davos, entre este martes 17 y el viernes 20.
La gravedad de la situación internacional puede explicar que este año se extrañen algunas sesiones que en años anteriores se dedicaban a temas de salud mental y a los progresos en la neurociencia, ante la necesidad de profundizar en cuestiones como las divisiones geopolíticas, que nunca han sido tan profundas desde la Guerra Fría; o la forma de encauzar la economía hacia la sostenibilidad.
No obstante, los líderes que lo deseen tendrán a primera hora de la mañana la oportunidad de una introspección de media hora bajo la forma de una meditación guiada por un monje budista de tradición japonesa, una actividad que forma parte del programa oficial.
Al Foro acudirán este año figuras públicas de 370 gobiernos y organizaciones internacionales, con una presencia notable de jefes de Gobierno europeos y, en particular, de Europa del este, la parte de Europa más próxima a Ucrania.
Entre los ministros de Estado presentes los más numerosos serán los de Economía, Finanzas, Energía y Medio Ambiente, lo que pone en evidencia el reconocimiento de la interdependencia entre crecimiento económico, transición energética y sostenibilidad ambiental.
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El Foro también muestra en su 53º edición sus esfuerzos para alcanzar la paridad de género en su programa, en el que el 42 % de los oradores serán mujeres, aunque entre los líderes políticos y empresariales la aplastante mayoría siga siendo masculina.
Los debates se abrirán en la mañana del martes, con las intervenciones del presidente de Suiza, Alain Berset, como país anfitrión. Enseguida será el turno de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, del jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, y la esperada intervención del viceprimer ministro chino Liu He, considerado uno de los inspiradores del modelo económico chino.
Latinoamérica, sacudida por el intento de golpe de Estado en Brasil, y las protestas que han dejado casi medio centenar de muertos en Perú, estará también en el centro de dos debates en los que participarán los presidentes de Ecuador, de Colombia y de Costa Rica.
El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva enviará a tres ministros de Estado para exponer ante los líderes la visión del progreso que tiene para el país.
En cambio, este año la delegación estadounidense será modesta, aunque destaca la presencia de la directora de la inteligencia nacional y del jefe del FBI.
Con información de EFE