Para el año 2300, la vida en los océanos enfrenta una posible mortandad masiva comparable a las grandes extinciones de la Tierra si la humanidad no logra frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, advierte un estudio publicado en la revista Science.
Pero limitar el calentamiento planetario a 2° centígrados por encima de los niveles preindustriales evitará esa catástrofe, afirmaron los autores del artículo, Justin Penn y Curtis Deutsch, ambos vinculados a la Universidad de Washington y la Universidad de Princeton.
Estos científicos utilizaron modelos eco-fisiológicos para sopesar los límites físicos de las especies con las temperaturas marinas proyectadas y el agotamiento de los niveles de oxígeno, una tarea particularmente desafiante dada la falta de investigación previa en la materia.
Los resultados fueron alarmantes: de mantenerse el calentamiento global como hasta ahora, los ecosistemas marinos de todo el planeta podrían experimentar una extinción masiva equiparable a la del final del Pérmico, conocida como la “Gran Muerte”.
Esto ocurrió hace 250 millones de años y condujo a la desaparición de más de dos tercios de la fauna marina, debido al calentamiento y al agotamiento del oxígeno, condiciones similares a las de hoy.
Si bien los océanos tropicales perderían a la mayoría de las especies, muchas de estas áreas migrarían a latitudes más altas para poder sobrevivir.
Por otro lado, las especies polares desaparecerían en masa, ya que sus tipos de hábitat desaparecerían del planeta por completo.
Limitar el calentamiento a 2° centígrados, el tope superior del objetivo fijado por el Acuerdo de París, “reduciría la gravedad de las extinciones en más de 70%, evitando una extinción masiva marina”, señala el documento.
La meta preferida de limitar el calentamiento a 1.5° centígrados es imposible de lograr con los compromisos internacionales actuales, según expertos climáticos de la ONU.
“Debido a que las extinciones marinas no han progresado tanto como las terrestres, la sociedad tiene tiempo de cambiar el rumbo a favor de la vida marina”, escribieron los científicos Malin Pinsky y Alexa Fredston en un comentario adjunto.
“Exactamente dónde se encuentra el futuro entre el mejor y el peor de los escenarios estará determinado por las elecciones que la sociedad haga no solo sobre el cambio climático, sino también sobre la destrucción del hábitat, la sobrepesca y la contaminación costera”, apuntaron.