El escritor cubano Leonardo Padura anticipa una nueva ola migratoria en su país debido a la situación actual, en una entrevista con Efe en Lisboa, en la que reflexiona sobre las lecciones de la pandemia y considera que hemos cedido al poder espacios de control que será complicado recuperar después.
Padura (La Habana, 1955), premio Princesa de Asturias de las Letras en 2015, habla desde la Feria del Libro de Lisboa, donde presenta una reedición en portugués de las primeras novelas de su famoso detective Mario Conde, publicadas en los años 90.
A Portugal todavía no ha llegado su última novela, “Como polvo en el viento”, que trata un tema muy presente en su literatura, el exilio.
Y es un tema que, asegura, va a seguir apareciendo en su obra, porque cree que mucha gente joven “que se ha desencantado totalmente del proceso cubano” va a optar por esta vía ante la situación que vive el país.
“Estamos previendo que haya otra vez una ola migratoria”, dice el también periodista y guionista, que cuenta que Cuba está viviendo “carencias de mucho tipo y una tensión social bastante complicada en la que se ven pocas maneras de que se pueda resolver en un plazo breve la situación del país a nivel económico, social y político”.
El problema, dice, está en que no tienen donde ir. “En el caso de España, era bastante generosa concediendo las visas a los cubanos y ahora en estos momentos prácticamente no hay”.
Él no se plantea irse. “Yo necesito a Cuba para escribir”, insiste, porque considera que no puede ser “otra cosa que un escritor cubano”.
Temor a los fundamentalismos
El novelista cree que, ante la polarización que existe en Cuba, se “necesita un diálogo abierto, comprensivo” para encontrar soluciones y no imponer una verdad absoluta. “Esos fundamentalismos”, dice, “me dan mucho temor”.
En otras ocasiones ha asegurado que los problemas de Cuba deben resolverse entre los cubanos. Ahora, con Afganistán en mente, insiste en que cada país debe tratar de encontrar las soluciones a sus propios problemas.
“Lo que ha ocurrido en Afganistán demuestra que muchas veces las soluciones que pasan por intervenciones, por la aplicación de unas políticas desde un poder militar o económico, al final pueden provocar grandes desastres”, lamenta.
Y echa mano de un chiste que acaba de leer para resumirlo: “Decía que había costado no sé cuántos millones de dólares y 20 años para que unos talibanes sustituyeran a otros talibanes, y es lo que ha ocurrido lamentablemente en Afganistán. Ha sido una muestra de cómo es necesario que cada país trate de encontrar, y sé que es muy difícil, las soluciones a sus propios conflictos”.
Lecciones de la pandemia
Padura empieza a recuperar la “normalidad” en ferias como la de Lisboa, aunque cree que el recurso a medios digitales debería mantenerse como parte de la promoción de la cultura para llegar a más público.
Pero la pandemia ha dejado lecciones más profundas para el autor de “El hombre que amaba a los perros”. Y también temores.
“Por el miedo a la muerte, le hemos entregado a los Gobiernos, a muchos poderes, unos espacios de control que después recuperarlos como formas de libertad puede ser complicado. Ya se sabe que cuando al poder le das la posibilidad de controlarte difícilmente después regrese”, admite.
Y recuerda: “Hace mucho tiempo Lenin dijo que la democracia era bella pero el control era mejor”.
Aunque no sabe si la pandemia tendrá reflejo en su propia obra, el escritor cubano cree que se hará más literatura sobre “los momentos críticos de la humanidad”, pero con una noción que a veces se olvida “de manera muy tonta”: la pequeñez del ser humano.
“Una pequeña molécula, enfermiza, fea, ha puesto en jaque la economía mundial y la estabilidad de todo lo que hemos conseguido”, recuerda.
Es una literatura que, cuando estás viviendo uno de esos “momentos críticos” de la humanidad, puede ser difícil digerir.
Padura reconoce que empezó a releer “Ensayo sobre la ceguera” de José Saramago y tuvo que parar a la mitad. “Me afectó muchísimo lo que estaba leyendo con respecto a lo que estábamos viviendo”, explica.
Volver a los incios de Mario Conde
Llegar a Portugal para hablar sobre la reedición de su tetralogía de las cuatro estaciones protagonizada por Mario Conde -editadas en dos volúmenes por Porto Editora bajo el título “Quarteto de Havana”-, es un desafío para Padura.
“Me obliga a ponerme en el papel del escritor que fui hace 25 años”, dice, aunque es “muy satisfactorio”.
Las novelas ganaron un renovado éxito cuando fueron llevadas a la pequeña pantalla en la miniserie “Cuatro estaciones en La Habana”, con un guión adaptado por su esposa, Lucía López Coll, y por el propio Padura.
Un trabajo que supone un “tremendo desafío”: “es un salto mortal sin malla debajo, porque tienes que cambiar no sólo de lenguaje, cambias de expresión artística”.
Con el proyecto de una nueva novela entre manos, ambientada en 2016, Padura espera volver a Portugal el próximo año para presentar su última publicación, “Como polvo en el viento”.