Un consorcio de empresarios bolivianos anunció la adquisición de las acciones de la japonesa Sumitomo en San Cristóbal, la mayor mina de plata en Bolivia, ubicada en el sureño departamento de Potosí, operación que prolongará sus operaciones hasta el 2050.
“Para Potosí significa la prolongación de la vida útil de esta empresa, la más grande del mundo en materia de minería. Ampliar del 2024, que es el actual horizonte que tiene esa empresa, hasta el año 2050″, declaró en conferencia de prensa Fernando Barbery, vocero del grupo empresarial.
Explicó que el consorcio está integrado por 1,500 empresarios, en su mayoría de Potosí y Santa Cruz, siendo las cabezas visibles el agroindustrial Fernando Barbery y el minero Orlando Careaga.
No se precisó el monto de la operación ni se entregó mayores detalles de la transacción. Tampoco la minera San Cristóbal se pronunció hasta ahora sobre la operación.
“Hay documentos y acuerdos de confidencialidad que no podemos dejar de respetar”, justificó el vocero.
Sin embargo, confirmó que los nuevos propietarios respetarán todos los compromisos sociales y laborales adquiridos por Sumitomo desde el 2008, cuando se hizo de la propiedad de la mina.
“Vamos a ser fieles y respetuosos con los acuerdos y convenios con las comunidades, con el sindicato, las instituciones, con los compromisos de RSE que asumió la empresa. Son parte de los acuerdos que se están negociando en la fase final con los actuales propietarios”, acotó Barbery.
San Cristóbal es uno de los yacimientos de zinc, plomo y plata más grandes del mundo con explotación a tajo abierto. Produce concentrados de zinc-plata y plomo-plata. El proyecto minero tiene una inversión de US$ 1,800 millones.
“Es la operación minera más grande en la historia de Bolivia, el sexto productor más grande de zinc en el mundo y el cuarto productor más grande de plata en el mundo”, detalla la página institucional de San Cristóbal.
Por efectos de la pandemia del coronavirus, en el 2020 se vio obligada a paralizar sus operaciones, lo que junto a las bajas cotizaciones de los minerales, provocó una caída de 41% en sus ventas, afectando también sus utilidades.