
Desde el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador, rechazaron las acusaciones de fraude sonadas desde el comienzo de la jornada en la que se decidirá si Daniel Noboa continúa en la presidencia o si Luisa González toma las riendas del país.
Diana Atamaint, presidenta del CNE, manifestó su desacuerdo “a la narrativa de fraude” e insistió en que las “acusaciones sin prueba” no solo afectan a su institución sino también la confianza en la democracia.
“El fraude no tiene cabida en un sistema que se construye sobre la base de la legalidad, la observación internacional y la vigilancia activa de los actores políticos”, precisó.
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Según la funcionaria, velar por la democracia implica también “desmontar las mentiras que buscan desacreditarla”. Soslayó que Ecuador posee sistemas tecnológicos seguros y auditables para dicho fin.
“Desde la impresión de las papeletas hasta el cómputo final, cada paso está pensado para garantizar certeza, no hay lugar a la opacidad”, refirió.
Cabe añadir que tanto el presidente Daniel Noboa como Luisa González —heredera del correísmo— denunciaron, sin adjuntar pruebas, presuntas irregularidades tras la primera vuelta.

Dichos reclamos fueron descartados por las misiones de observación electoral de la Unión Europea (UE) y de la Organización de Estados Americanos (OEA).
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Sin embargo, los ecuatorianos en esta segunda vuelta no podrán votar con su celular en la mano luego de que el presidente Noboa denunciara que “había zonas donde grupos criminales habían extorsionado presuntamente a electores para votar a favor de González” y para ello debían demostrar una foto de su cartilla.
Son 13.7 millones de ecuatorianos convocados a las urnas para la segunda vuelta. La violencia es el principal dolor de cabeza de la población, ya que en datos oficiales, cada hora se asesina a una persona. Ecuador padece una guerra entre carteles del narcotráfico.
Con información de EFE