
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Ecuador, las cuales enfrentará al actual presidente y nuevamente candidato, Daniel Noboa, frente a la candidata del correísmo, Luisa Gonzales. Es la segunda vez que ambos llegan a esta instancia electoral. La primera fue en 2023, donde Noboa ganó la elección.
En la primera vuelta electoral, realizada en febrero de este año, Noboa, adscrito al partido Acción Democrática Nacional (ADN), sumó el 44,3% de los votos, mientras que González, del partido Participación Ciudadana, el 43,8%, según los resultados oficiales.
¿Qué diferencias existen entre esta elección y la de hace dos años en el contexto político social y económico de Ecuador?
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Promesas incumplidas y la capitalización del descontento
Daniel Noboa, proveniente de una familia de empresarios, ganó la elección en 2023 con el 51.8% de los votos. En ese momento, era una sorpresa su avance a segunda vuelta, la cual pudo ganar con un discurso basado en la seguridad, convirtiéndose en el presidente más joven del país.
Sin embargo, 18 meses después de haber ascendido al poder, el desgaste del cargo, las promesas incumplidas y las decisiones polémicas cambiaron su perfil ante el electorado, explica Caroline Ávila, experta en Comunicación Política.
Ávila menciona que, en 2023, la campaña de Noboa se catapultó en centrarse en su propuesta todo el anticorreísmo. Sin embargo, ahora, arrastra las cosas que ofreció y no pudo cumplir, lo cual “le está pasando factura”.
Luisa González, por su parte, hace dos años era una exasambleista asociada al expresidente Rafael Correa. Su candidatura se presentaba como la continuidad directa del proyecto de la Revolución Ciudadana, con un discurso reivindicativo del legado del correísmo que no logró captar suficientes apoyos fuera de su electorado tradicional.
Sin embargo, su perfil ha cambiado. Ella logró capitalizar el descontento, de una parte de la ciudadanía, hacia el actual gobierno de su contrincante. Caroline Ávila indica que, en el último debate presidencial, Luisa González representó al votante que está “molesto con Daniel Noboa”.
El cambio de perfil del correísmo en esta elección
Entre otros cambios que ha tenido Luisa González para atraer electores es el giro ideológico que ha variado para atraer el voto de los sectores más conservadores o moderados, quienes tradicionalmente desconfían del correísmo. Según Caroline Ávila, la candidata indicó que “no se va a permitir que hagan operaciones trans a nuestros niños”, en un discurso para acercarse al segmento más conservador, principalmente en Guayaquil, la ciudad más poblada del país.
El politólogo Andrés Chiriboga indicó que el partido Revolución Ciudadana ha hecho “una apuesta interesante” por dar a Luisa González más independencia. Precisa que la figura del expresidente Correa está presente, pero “de una manera más sutil”. Esto se da con el objetivo de romper el llamado “techo” del correísmo, una opción política que cuenta con partidarios acérrimos, pero le cuesta ganar votos de centristas e indecisos, lo cual es importante para superar el 50% en la segunda vuelta electoral.
Luisa González, además, sostuvo que solo reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela para deportar a los venezolanos que residen ilegalmente en Ecuador, lo cual representa un “guiño” a sectores del electorado críticos con la inmigración.
Otro aspecto que resaltar es la alianza firmada con el movimiento indígena “Pachakutik” y el líder indígena Leonidas Iza. Este es un sector enfrentado con el correísmo, hasta hace poco, por sus políticas extractivistas, pero que también se opone a Daniel Noboa.
Andrés Chiriboga califica esta alianza como “muy importante para la campaña de González” pero advierte que “no garantiza el traslado automático de votos”. Por su parte, Carolina Ávila precisa que aún existe, en las bases de “Pachacutik”, una “gran resistencia al correísmo que no ha sido del todo subsanada”, por lo que no se puede garantizar que sus votantes de la primera vuelta apoyen masivamente a Revolución Ciudadana en la segunda.
Los analistas creen que una parte importante del apoyo a González, en esta segunda vuelta, responderá más al rechazo a la gestión de Daniel Noboa que a una adhesión entusiasta a su persona, su partido y sus propuestas.
El factor de inseguridad
La inseguridad ciudadana es otro tema que afecta a la población de Ecuador. Ambos analistas, tanto Ávila como Chirboga, que la lucha contra el crimen del gobierno de Noboa no ha tenido efectos significativos, además de provocar abusos de derechos humanos. Uno de los casos más sonados fue el de los menores que fueron detenidos por fuerzas militares en Guayaquil y que luego sus cuerpos fueron encontrados calcinados.
Los expertos dudan que Luisa González logre capitalizar la falta de resultados de su oponente en materia de seguridad, por lo que no puede convencer al votante sobre planes de seguridad. Según Caroline Ávila, la candidata “no tiene un símbolo específico” que le dé sentido al votante sobre por qué darle el voto a ella en materia de seguridad.
Elaborado con información de BBC.