Guillermo Lasso pronuncia un discurso tras su triunfo en las elecciones en Ecuador. (Foto: EFE)
Guillermo Lasso pronuncia un discurso tras su triunfo en las elecciones en Ecuador. (Foto: EFE)

El banquero ganó inesperadamente la presidencia de con promesas de revivir una economía golpeada por el coronavirus frente al compromiso de su rival de regresar al socialismo que no logró convencer a un escéptico electorado.

Lasso obtenía el 52.5% de los votos en la segunda vuelta con casi la totalidad del escrutinio oficial tras una campaña que enfrentó la economía de libre mercado con los planes de bienestar social del economista Andrés Arauz, una victoria probablemente ayudada por una campaña electoral que dejó anulada a una de cada seis papeletas.

Los mercados acogieron con satisfacción la noticia tras meses de preocupación de que los planes de Arauz de un fuerte gasto social trastocarían las delicadas finanzas públicas. Los bonos ecuatorianos se recuperaron el lunes con sus papeles con vencimiento en el 2035 alcanzando su nivel más alto desde septiembre, según operadores.

“Trabajaremos juntos desde ya por el verdadero cambio”, escribió Lasso el lunes en su cuenta de Twitter. “Hoy amanecemos en paz y con la certeza de que vienen mejores días para todos”.

Lasso, de 65 años, tendrá que encontrar formas para poner en marcha una economía golpeada por la pandemia del coronavirus, que no logró reactivarse pese a las políticas abiertas al mercado que intentó aplicar el presidente para reforzar las finanzas públicas.

El y otros organismos multilaterales ratificaron su apoyo financiero al país para sobrellevar la pandemia e impulsar la reactivación económica.

La tercera campaña de Lasso para la presidencia se centró en atraer inversión extranjera para crear puestos de trabajo y ampliar inversiones en el sector agrícola.

Se diferenciaba mucho de las promesas de Arauz de entregar US$ 1,000 a un millón de familias pobres y regresar al país a los programas de ayuda social de la década de gobierno del expresidente Rafael Correa, su mentor político.

“Espero que cumpla la propuesta de dar trabajo porque 7 de cada 10 ecuatorianos quieren un empleo formal”, dijo Juan Pablo Hidalgo, un dirigente barrial de 33 años. “Es el momento en que debemos estar unidos”.

Pedidos y oposición

Lasso, expresidente del Banco de Guayaquil, uno de los más grandes del país, asumirá el cargo el 24 de mayo por un periodo de cuatro años.

Arauz, en contra de su estilo combativo en la campaña, aceptó el domingo la derrota y rápidamente llamó a Lasso para felicitarlo.

Pero el lunes pidió terminar con la “persecución política” y “tratarnos como adversarios y no como enemigos”. Correa y su círculo más cercano han sido condenados por actos de corrupción en diferentes casos, por lo que han acusado a Moreno de utilizar la justicia para perseguirlos.

Lasso también enfrentará la oposición de Yaku Pérez, un líder indígena que estuvo a punto de llegar a la segunda vuelta presidencial con una plataforma ambiental, que incluía una propuesta para prohibir la minería industrial.

Pero lideró una campaña para anular la papeleta en las elecciones del domingo que llevó a un aumento de los votos nulos, lo que pudo haber ayudado a Lasso en su inesperada victoria.

El partido Pachakutik de Pérez será el segundo más grande de la Asamblea Nacional y probablemente sería un obstáculo significativo para los planes de desarrollo económico.

“Si cumple sus ofertas seremos los primeros en reconocer”, dijo Pérez a periodistas en la ciudad andina de Cuenca. “Si no cumple si va a arrodillarse ante el Fondo Monetario Internacional, nosotros estaremos a la otra orilla haciendo resistencia”. El repunte económico arrancará con un ajuste del plan de vacunación contra el COVID-19 que avanza lento y con acusaciones de beneficios particulares y la renuncia de cuatro ministros de Salud durante la pandemia.

“Esperamos que dirija al país de una manera correcta, que el dinero sea bien invertido”, dijo Katerina Ramos, una estudiante universitaria de 19 años. “Cuando el dinero es manejado honestamente eso puede llegar a mejorar las condiciones de vida de los ecuatorianos”.