Las personas que contraen la variante delta del COVID-19 tienen más del doble de probabilidades de ser hospitalizadas que las infectadas con la cepa alfa, según un estudio del Reino Unido, lo que aumenta la posibilidad de que se incremente la carga para los servicios de salud este invierno.
La revisión de más de 43,000 casos de COVID-19 en Inglaterra, la mayoría de los cuales no estaban vacunados o estaban parcialmente vacunados, se publicó en la revista The Lancet Infectious Diseases este viernes y destacó la protección que brindan las vacunas contra la hospitalización de ambas variantes.
El estudio evaluó los casos positivos que ocurrieron entre el 29 de marzo y el 23 de mayo, analizando muestras del virus utilizando la secuenciación del genoma completo para determinar con qué variante estaba infectada una persona. Casi tres cuartas partes de los pacientes no estaban vacunados, un 24% estaba parcialmente inmunizado y 2% había ya recibido ambas dosis.
Los primeros estudios de la variante delta, que apareció por primera vez en la India en diciembre, encontraron que era un 50% más transmisible que otras mutaciones. La variante se extendió rápidamente por todo el mundo a más de 130 países, convirtiéndose en la cepa dominante en muchos. A medida que los niños regresan a la escuela este otoño y los países abandonan los confinamientos y las medidas de aislamiento, los hallazgos de Public Health England y la Universidad de Cambridge sugieren que los servicios de salud podrían enfrentar una afluencia de pacientes.
“Nuestro análisis destaca que, en ausencia de vacunación, cualquier brote delta impondrá una carga mayor a la atención médica que una epidemia alfa”, dijo Anne Presanis, una de las autoras principales del estudio y estadística sénior en Cambridge. “Vacunarse por completo es fundamental para reducir el riesgo de una persona de sufrir una infección sintomática por delta”.
Cepa dominante
Durante el período de estudio de dos meses, 80% de los casos fueron alfa y 20% delta, y en la última semana, los de la variante delta aumentaron para representar dos tercios de los casos, en tanto que esta última se convirtió en la cepa dominante en el Reino Unido, dijeron los autores. Si bien los investigadores no tuvieron acceso a información sobre las condiciones de salud preexistentes de los pacientes, tomaron en cuenta la edad, el género, la etnia y el nivel estimado de situación socioeconómica para dar cuenta de los que tienen más probabilidades de ser hospitalizados por COVID-19.
Un estudio en Escocia publicado en junio también encontró que la variante delta duplicaba el riesgo de hospitalización en comparación con la alfa, que se identificó por primera vez en Kent, Inglaterra.
En EE.UU., los datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos muestran que las personas más jóvenes están ingresando en el hospital con las tasas más altas registradas, a pesar de que muchas menos personas dan positivo en las pruebas que en el pico de diciembre y enero. Para los estadounidenses de mayor edad, las tasas de hospitalización por cada 100,000 son más bajas que los picos anteriores, probablemente debido a las tasas de vacunación muy altas. Los datos no abarcan la primera ola de la pandemia.