China se enfrenta a una creciente presión para importar más carbón que garantice que las luces seguirán encendidas, las fábricas abiertas y el agua fluyendo, en momentos en que una grave escasez de energía golpea el corazón industrial del noreste.
La escasez de electricidad provocada por una falta de carbón, que ha mermado gran parte de la actividad del sector, empujó al gobernador de la provincia de Jilin, una de las más afectadas de la segunda economía del mundo, a pedir más importaciones de carbón.
Una asociación de empresas eléctricas dijo que el suministro se estaba ampliando “a cualquier precio”.
Los medios de comunicación y las redes sociales publicaron informes y mensajes en los que se decía que la falta de energía en el noreste había apagado semáforos, ascensores de edificios y la cobertura de la telefonía móvil 3G, además de provocar el cierre de fábricas.
Una empresa de servicios públicos de Jilin llegó a advertir que la escasez de energía podría interrumpir el suministro de agua en cualquier momento, pero luego se disculpó por haber causado alarma.
Por segundo día consecutivo, el principal operador de la red estatal trató de tranquilizar a los clientes, afirmando que trabajaría para garantizar el suministro de carbón y controlar estrictamente el uso de la energía por parte de los sectores que consumen mucha y contaminan, y asegurar energía para la gente durante las vacaciones de octubre y calefacción en invierno.
Ciudades como Shenyang y Dalian -donde viven más de 13 millones de personas- se han visto afectadas, con interrupciones en fábricas que proveen a grandes multinacionales como Apple y Tesla.
Jilin es una de las más de 10 provincias con un racionamiento obligado de electricidad, cuando los generadores sienten la presión de un aumento de los precios del carbón que no pueden trasladar a los consumidores.
Goldman Sachs estimó que hasta el 44% de la actividad industrial de China se ha visto afectada por la escasez de energía, lo que podría causar un descenso de un punto porcentual del crecimiento anualizado del Producto Bruto Interno (PBI) en el tercer trimestre, y una caída de dos puntos porcentuales de octubre a diciembre.
En una nota publicada el martes, el banco dijo que recortaba su previsión de crecimiento del PBI de China para el 2021 a 7.8%, desde el 8.2% anterior.
La escasez de energía se ha producido por falta de suministros de carbón, el endurecimiento de las normas sobre emisiones de gases de efecto invernadero y la fuerte demanda de la industria.
Los futuros del carbón térmico en China alcanzaron un récord de 1,330 yuanes (US$ 205.68) por tonelada el martes.
Desde la semana pasada se han aplicado racionamientos durante las horas punta en muchas partes del noreste de China, lo que ha provocado que los medios de comunicación estatales informen de interrupciones del suministro eléctrico en muchas ciudades, que han avivado la preocupación en las redes sociales.
El Consejo de Electricidad de China, que representa a los proveedores de energía, dijo el lunes que las empresas de energía que usan carbón estaban ahora “ampliando sus canales de adquisición a cualquier precio” para garantizar el suministro de calor y electricidad en invierno.