La detección de la variante ómicron en Sudáfrica a fines de noviembre supuso la aparición de nuevas incógnitas con respecto a la pandemia para el mundo entero.
Esto ocurre, además, en tiempos en que una mitad del mundo está vacunado, e incluso dando dosis de refuerzo, y otra mitad está con bajas o muy bajas tasas de inoculación, según la BBC.
El médico John Swartzberg, profesor emérito de la cátedra de enfermedades infecciosas y vacunación de la Universidad de California en Berkeley (EE.UU.), entiende que no haber logrado una vacunación masiva a nivel planetario, ya sea por falta de acceso a las dosis en algunos países como por el rechazo a las inyecciones contra la COVID en otros, genera miles de millones de fábricas virales una por cada uno de esos individuos.
Serán ellos quienes producirán la próxima variante del coronavirus.
Swartzberg cree, además, que el hemisferio norte puede padecer en las próximas semanas lo que él denomina una “tridemia”, es decir, tres pandemias a la vez, y cree que la variante que aparezca en el mundo tras ómicron será la que transformará al SARS-CoV-2 de una pandemia a una endemia.
Este es un resumen de la entrevista que Swartzberg mantuvo con BBC Mundo.
¿Cómo analiza el curso de la pandemia a tres semanas de la detección de ómicron en Sudáfrica?
Tengo una imagen bastante clara de las posibilidades para las próximas seis u ocho semanas y estoy muy preocupado por los tiempos potencialmente difíciles, más difíciles que los que estamos atravesando ahora.
En EE.UU. y en gran parte del mundo vemos en este momento un resurgimiento de delta. La pandemia de delta no ha desaparecido a pesar de que las noticias hablan mucho sobre ómicron. Todavía estamos en medio de una pandemia por la variante delta que está causando una morbilidad y mortalidad significativas, y luego, superpuesto a eso, está ómicron.
Ómicron en EE.UU. era el 0.7% de los casos hace una semana y ahora es de 2.8%, cuatro veces más. Si esto continúa así veremos a ómicron como la variante dominante en EE.UU. a principios de enero, mientras todavía estamos lidiando con la delta. A esto se le llama doble pandemia.
Pero mi preocupación es que no solo vamos a tener una doble pandemia, sino que vamos a tener una tridemia: ómicron más delta más influenza.
El año pasado tuvimos poco contagio de influenza, tanto en el hemisferio norte como en el sur, pero este año es posible que sea promedio. En un año promedio tenemos algunos cientos de miles de hospitalizaciones y entre 25,000 y 35,000 muertes en exceso en EE.UU.
Si se suman ómicron, delta e influenza al mismo tiempo en estos meses de diciembre, enero y febrero, realmente podríamos estar en un lugar muy difícil en las próximas ocho o diez semanas en EE.UU.
¿Cree que la gente ahora está más relajada respecto a las medidas no farmacológicas contra el covid y por eso volverá la influenza?
Si me hubieras preguntado antes de ómicron, la respuesta habría sido “sí”. Hubo un gran brote de influenza el mes pasado en la Universidad de Michigan y también en la Universidad de Wisconsin. Eso ocurrió porque la gente estaba más relajada, y la influenza se propaga de la misma manera que el COVID.
Pero si me preguntas ahora, cuando la gente está preocupada por ómicron e irán a buscar su vacuna de refuerzo o se vacunarán por primera vez debido a ese miedo, espero que eso también impulse a la gente a vacunarse contra la influenza y a tener mayores cuidados.
Así que no estoy seguro de poder decir que la gente está más relajada en este momento. Diré que, sin duda, ómicron llegó en una mala época del año, porque el clima frío (en el invierno boreal) lleva a la gente a estar en lugares cerrados y eso es peligroso. Además, es temporada de fiestas, cuando la gente suele viajar y reunirse para celebrar. Es el momento perfecto desde la perspectiva de ómicron, pero es un muy mal momento para nosotros.
El 46% de los habitantes del mundo recibieron la pauta completa de la vacuna contra la covid. ¿Cuál es el riesgo de que haya personas que aún no se han vacunado?
Cuando las personas que no tienen inmunidad contra este virus se infectan se convierten en fábricas virales; producen miles de millones de partículas virales. Y si las personas son fábricas virales se convierten en fábricas de variantes, porque algunas de esos miles de millones serán una variante.
La mayoría de las variantes no tienen éxito, pero alguna lo tendrá. Ese es claramente el problema que tenemos. No tenemos suficientes personas con inmunidad, lo que permite que el virus siga encontrando hogar en seres humanos que funcionen como sus fábricas virales para producir más partículas virales, y eso significa más variantes.
La única forma de romper ese ciclo es vacunar a los seres humanos en una tasa mucho más alta que la que tenemos hoy en todo el mundo. De nada sirve que EE.UU. vacune a toda su población si el resto del mundo no está vacunado. El virus no reconoce nacionalidades. Simplemente buscará y encontrará seres humanos para infectar. Donde sea que estén, allí irá; en EE.UU, en Sudamérica, en África o donde sea.
¿Qué se puede esperar de una futura variante? ¿Debería ser menos dañina que ómicron?
En general, un virus respiratorio hace que estornude y tosa pero no me hace sentir muy mal, porque si tengo fiebre alta, dolores terribles en el cuerpo y no puedo levantarme de la cama, no contagiaré a otros. Si los síntomas son mínimos pero solo produce tos y estornudos, igual voy a trabajar y hago cosas con otras personas. Eso propaga el virus y es su escenario ideal.
Si con ómicron el coronavirus evolucionó hacia un virus menos grave, esa evolución puede continuar y volverse más benigno. Sería algo muy bueno.
¿Es entonces ómicron el preludio de que la pandemia se transformará en endemia?
Puede ser. Dependerá de cuán benigna sea la enfermedad que causa. No es fácil ver más allá de dos meses, pero una posibilidad es que ómicron sea tan transmisible que infecte a casi todo el planeta. Y si no se convierte en una enfermedad realmente grave podría volverse endémica.
Pero mi suposición es que ómicron será primero reemplazada por otra variante, que será más apta para convertirse en una infección endémica. De todas formas este virus, el SARS-CoV-2, tiene muchos trucos bajo la manga, sigue mostrando estos trucos y sigue sorprendiéndonos. No tengo idea de cuánto tiempo tomará, pero sé que llegaremos allí.
¿Hasta cuándo cree que se deben contabilizar los casos, las hospitalizaciones y las muertes por covid?
Mientras siga siendo una enfermedad grave y amenace la capacidad de nuestros sistemas de salud, debemos vigilarlo muy de cerca con esos tres parámetros. Una vez que se convierte en una enfermedad mucho más benigna, no amenace la capacidad de nuestros hospitales y tengamos muchas menos muertes, podremos relajarnos.
Algunos antivacunas afirman que la vacunación no tiene sentido porque los vacunados también se enferman y transmiten la enfermedad. ¿Qué dice al respecto?
Vaya a cualquier hospital ahora mismo o vaya a una UCI y vea quién está hospitalizado con COVID. Hay entre 10 y 15 pacientes no vacunados por cada vacunado. Es cierto que las personas pueden contraer la infección a pesar de haberse vacunado y sí, estamos viendo más infecciones en vacunados con ómicron de las que vimos con delta (y vimos más con delta que con alfa). Todo eso es muy cierto. Pero esas infecciones en vacunados son mucho menos graves y en general no llevan a las personas al hospital.
Hace 13 o 14 meses hablábamos de que las vacunas necesitarían un 50% de eficacia contra el contagio para ser aprobadas por la OMS. Algunas mostraron un 95% de eficacia, lo que superó con creces nuestras expectativas. Y no solo eso. También prevenían la transmisión, así que estaban haciendo mucho más de lo que esperábamos, y todos pensaron: “¡Vaya, esto es genial! Esto es lo que podemos esperar de las vacunas”.
Francamente, esa era una expectativa no realista y ha sido decepcionante que las vacunas no prevengan las infecciones como nos gustaría. Sin embargo, afortunadamente nos protegen contra la hospitalización y la muerte.
Algunas personas recibieron dos inyecciones, pero ya no quieren una tercera.
Esta es una pandemia que está evolucionando, y nuestro conocimiento sobre cómo funcionan mejor las vacunas y cómo usarlas mejor aún está en evolución. El hecho de que ahora necesitemos una tercera dosis es una realidad. Y puede que necesitemos otra en seis meses o en un año, en dos o en diez. Nadie tiene la respuesta en este momento.
De todas formas, creo que hay una muy buena posibilidad de que no necesitemos otra durante un buen tiempo después de la tercera. Lo que la gente tiene que asumir es que “es lo que es”. Después de un tiempo de haber recibido las dos dosis, la inmunidad disminuye y necesitamos una tercera inyección para mantenernos con vida y mantener con vida a nuestros seres queridos. Así que póntela. Es probable que no necesitemos una cuarta dosis, pero es una posibilidad, y si así fuera tendremos que recibir una cuarta dosis. Eso es lo que tenemos que hacer cuando estamos en medio de una pandemia.
Hay pocas letras restantes del alfabeto griego para nombrar variantes de COVID. ¿Cree que se llegará al final del alfabeto?
No, no agotaremos el alfabeto griego porque tengo suficiente confianza en nuestra ciencia y en mis semejantes, hombres y mujeres, de que encontraremos una manera de salir de esta pandemia. Con esto quiero decir que confío en que se conseguirá vacunar a suficientes personas como para frenar la aparición de nuevas variantes.