Los cocaleros de Los Yungas de La Paz llevan una semana enfrentados entre ellos por la dirigencia y la sede de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) y desde ambos lados sostienen que detrás de este conflicto hay intereses políticos y económicos.
El lunes de la semana pasada Arnold Alanez se proclamó como principal dirigente de Adepcoca pese a no contar con el respaldo de los sectores liderados por Fernando Calle y Armin Lluta, este último crítico con el Gobierno de Luis Arce, una posesión que desveló las profundas divisiones al interior de la asociación de productores de hoja de coca.
Polémica por apoyo del Gobierno
Una de las cuestiones que enfrenta a los cocaleros ha sido el anuncio del Gobierno de Bolivia de respaldar a Alanez, ya que Adepcoca es una asociación privada y ven en ese apoyo una injerencia del Ejecutivo y del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
Alanez dijo que “no les interesa si el Gobierno respalda o no respalda” su dirigencia, “lo que les interesa es el respaldo de la base” y recordó que en elección del 20 de setiembre que se hizo en la asamblea de los productores, “la base nos ha puesto, no nos ha puesto el Gobierno”.
Y reiteró que se ha dejado claro al “Gobierno que no se va a permitir injerencia de ningún partido político, estamos con la misión de despolitizar Adepcoca” y, en su opinión “eso es lo que les duele” a los cocaleros que están en contra de su elección.
Por su parte, Nieves Huanca Valdez, representante de la central Chicaloma de los Yungas, uno de los grupos de productores de coca que desde la semana pasada están apostados en las calles cercanas al mercado de Adepcoca, indicó que la dirigencia de Alanez “tiene intereses políticos” y que no contó con el respaldo de todos los asociados.
“Estamos en la lucha de recuperar nuestro mercado porque ahora está en manos del Gobierno”, afirmó y señaló que el temor de los cocaleros movilizados es que desde el Gobierno les quite su única fuente de ingreso.
“Es lo único que cultivamos, no vivimos de otra cosa más que de la coca, si el Gobierno nos quita con qué vamos a mantener a nuestros hijos”, señaló.
Huanca dijo que en la elección de Alanez “no hubo coordinación entre los sectores” y que las divisiones entre los cocaleros de Los Yungas afines y detractores al oficialismo viene desde el 2019, cuando una facción eligió a Elena Flores, quien fue avalada en su momento por el MAS, y que el nuevo dirigente viene de esa misma orilla.
“Estamos en lucha por la casa grande y no nos vamos a dar por vencidos”, sostuvo y pidió a todo el pueblo bolivianos y a la Policía que los ha replegado estos días que los “apoyen” porque “todos vivimos de la hoja de coca, la hoja de coca hace movimiento económico”.
Huanca también denunció que la gente que apoya a Alanez tiene “infiltrados” en las protestas y que junto a la Policía no les permiten el ingreso a la sede de Adepcoca y los repliegan con violencia.
Mientras que Alanez afirmó que hay “grupos radicales”, gente “contratada y pagada que está cometiendo actos violentos y que “están mellando a una organización histórica”.
¿Una sola asociación?
Alanez también negó “categóricamente” afirmaciones de los cocaleros movilizados de Los Yungas de que su dirigencia tiene previsto conformar una sola asociación de productores de hoja de coca junto a los del Trópico de Cochabamba, liderados desde hace años por el expresidente Evo Morales. “Desmentimos, la intención no es crear toda una organización”, manifestó.
El nuevo presidente de Adepcoca descartó que haya varios sectores de productores de hoja de coca del departamento de La Paz, “se ha hecho unidad” y señaló que “tiene a toda la directiva completa con representantes de todos los sectores que aglutinan las regiones de la coca departamental”.
Diálogo sin violencia
Huanca dijo que algunos de sus representantes ya intentaron dialogar con la nueva dirigencia y que no fueron escuchados, si Alanez “tiene la voluntad” de dialogar, de “entrar en consenso” que “baje al sector de conflicto donde estamos pero que no venga con policía, nosotros no somos animales”.
“Tenemos ese afán de arreglar” las diferencias sin violencia, ni “intervención” de la Policía ni del Gobierno, reiteró.
Alanez se mostró dispuesto a dialogar con los cocaleros que desde la semana pasada se han apostado en la zona de Villa Fátima en La Paz y que han tenido enfrentamientos con la Policía, que tiene fuertemente resguardada la sede de Adepcoca que por el momento permanece cerrada para los productores a causa del conflicto.
“Quiero escucharlos, escuchar cuál es su propuesta, cuál es su pliego porque no podemos estar más generando tanta violencia y zozobra e ir en contra de la integridad física de nuestros hermanos productores”, señaló.
En la sede de Adepcoca funciona el mercado de la hoja de coca que se produce en el departamento de La Paz que junto al de Sacaba en Cochabamba son los dos únicos reconocidos por la ley para el comercio de la planta.