
El operador brasileño de telecomunicaciones Oi SA será liquidado tras dos procesos fallidos de reestructuración judicial que se cuentan entre los mayores de la historia de Brasil.
La empresa fue declarada en quiebra por un tribunal de Río de Janeiro el 10 de noviembre, según documentos judiciales consultados por Bloomberg News. El juez determinó que Oi, que inició un proceso de recuperación judicial en 2023 pocos meses después de salir de una reestructuración, no cumplió con el plan propuesto.
“El actual estado de insolvencia de los deudores es un hecho público y notorio, reconocido por acreedores, el mercado y los proveedores de servicios, por lo que la liquidación judicial de la empresa se considera imperativa”, indica el documento.

Según los documentos, las operaciones de Oi continuarán provisionalmente para garantizar el mantenimiento de los servicios esenciales y la liquidación ordenada de los activos. La compañía ofrece servicios integrados de telefonía fija, banda ancha y televisión paga. Contaba con una deuda bruta de unos 35,000 millones de reales (US$ 6,600 millones) al segundo trimestre, según su informe de resultados.
Las acciones, de escasa negociación, se desplomaron alrededor de 35% tras conocerse la noticia de la liquidación.
La gestora Pacific Investment Management Co. (PIMCO) es su mayor accionista, con cerca de 36% del capital total, según el sitio web de Oi. La firma no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Una década de dificultades
Oi ya estaba siendo administrada por el interventor Bruno Rezende y un comité de transición luego de que un tribunal destituyera a su directorio y equipo ejecutivo en septiembre.
Los problemas de la empresa se remontan a hace más de una década, cuando presentó una solicitud de protección por bancarrota por 65,000 millones de reales en 2016, un récord en ese momento. El caso, entonces del cuarto mayor operador móvil de Brasil, sacudió al sistema financiero durante una recesión profunda que golpeaba a las empresas del país.
Con aproximadamente la mitad de su deuda en manos de acreedores internacionales, el proceso dio lugar a la formación de dos grupos de tenedores de bonos opositores —entre ellos Aurelius Capital Management y GoldenTree Asset Management— y acreedores como el Banco de Desarrollo de China, además de activar pagos por unos US$ 14,000 millones en seguros de incumplimiento crediticio (CDS).
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Su primer proceso de recuperación se concluyó en diciembre de 2022. Solo unos meses después, Oi volvió a solicitar protección ante sus acreedores para evitar un incumplimiento cruzado y la aceleración de sus obligaciones, en medio de un endeudamiento creciente y una quema constante de efectivo. Otros factores incluyeron el fuerte aumento de las tasas de interés en Brasil y la pérdida sostenida de clientes de telefonía fija.
Durante ambos procesos judiciales en Brasil, Oi adoptó medidas similares en Estados Unidos, donde solicitó protección bajo el Capítulo 15 del código de bancarrota, que reconoce procedimientos extranjeros bajo la legislación estadounidense.
Las tensiones aumentaron en julio, cuando la empresa pidió poner fin a ese proceso, indicando que evaluaba alternativas, entre ellas presentar una solicitud bajo el Capítulo 11 de la ley estadounidense de quiebras. El objetivo era acceder a hasta US$ 70 millones en financiamiento adicional para deudores en posesión, tras haber obtenido previamente la aprobación de US$ 400 millones en diciembre de 2023.
Sin embargo, un proveedor respaldado por fondos de Banco BTG Pactual impugnó la solicitud de Oi para acogerse al Capítulo 11, argumentando que la legislación brasileña prohíbe a una empresa buscar protección judicial más de una vez en un período de cinco años. La disputa jurídica giró en torno a un intento sin precedentes de mantener procesos de bancarrota en Brasil y Estados Unidos de forma simultánea.
Un tribunal estadounidense sugirió que Oi ingresara en un proceso de mediación en Brasil, mientras que un juez brasileño recomendó que la corte norteamericana esperara un fallo local antes de decidir sobre la cancelación del Capítulo 15. En agosto, Bloomberg News informó que la empresa planeaba acogerse al Capítulo 11 tan pronto como se anulara el Capítulo 15.
El viernes pasado, el administrador judicial de Oi advirtió en una petición sobre la posible insolvencia del grupo, anticipando la resolución del tribunal.







