El aumento de las tasas de intereses y las reglas más estrictas impuestas por el Banco Central de Brasil han aumentado la presión contra las fintechs, sobre todo las pequeñas y medianas, pero el escenario sigue siendo prometedor para el sector en la mayor economía de Latinoamérica.
Según especialistas, las fintechs surgieron para ofrecer servicios financieros de mayor calidad y alcanzaron su auge en el país con la caída estructural de tasas de interés por parte del emisor brasileño y el incentivo normativo.
Ello permitió en los últimos cinco años un desarrollo muy acelerado, especialmente en lo que se refiere al mercado de crédito.
Tras este periodo, en el que Brasil se consolidó como un “paraíso para las fintechs”, con un total de 1,158 compañías en el 2021, el escenario ahora parece ralentizarse, principalmente por la subida de los tipos, y presiona principalmente a las empresas de menor tamaño, que tienen menos capital y estructura para enfrentarse a la actual coyuntura.
El alza de las tasas de interés
En el marco de una tendencia global, el Banco Central se ha visto obligado a elevar las tasas de interés hasta el 11.75% para combatir la creciente inflación, que acumuló un 11.3% en los últimos 12 meses, su mayor nivel en 18 años.
El aumento de la morosidad junto a la caída de la demanda por crédito provocada por las altas tasas ha hecho que las fintechs pierdan dinero y oportunidades de negocios, de acuerdo con especialistas.
También se ven obligados a repasar este aumento de costo a sus clientes, o absorberlo internamente para mantener precios atractivos, lo que demanda que estén preparadas para afrontar esta situación, como es el caso de compañías grandes como Nubank o Stone.
De acuerdo con el analista financiero para Latinoamérica del banco de inversiones UBS BB, Thiago Batista, el agravante para las fintechs es el hecho de que ofrecen servicios de mayor riesgo y cuentan con menos clientes corporativos, por lo que la morosidad puede ser mayor que para los bancos tradicionales.
“Los segmentos en los que operan son más arriesgados que los de los bancos tradicionales, que siguen manteniendo una cantidad de provisiones muy por encima de los niveles históricos, por lo que tienen un colchón para poder absorber mejor que las fintechs los posibles aumentos de la morosidad previstos para los próximos trimestres”, dijo.
Además, según Batista, el alza de las tasas de interés puede resultar en la caída del precio de las empresas que tienen sus acciones negociadas en la bolsa de valores, ya que hace subir la llamada tasa de descuento, indicador que refleja el nivel de riesgo de una inversión.
“Esto afecta a todos los actores, pero impacta más a los nuevos, ya que la mayoría de sus resultados son a largo plazo”, detalló.
Nuevas reglas del Banco Central
Asimismo, el Banco Central anunció en marzo que las instituciones de pago tendrán que, a partir del 2023, cumplir nuevas reglas para poder operar en el país, proporcionales a su tamaño y complejidad, lo que, en la práctica, supondrá una mayor exigencia de capital para las compañías grandes.
En ese sentido, Moraes recordó que el mercado de las fintech ya cuenta con empresas grandes y complejas que empiezan a interconectarse de tal manera en el sistema financiero que ofrecen riesgo sistémico, por lo que el emisor tuvo que tomar medidas.
“El problema es que este cambio se produjo en un momento de subida de los tipos de interés que genera un doble costo para estos nuevos actores, el costo para cumplir con la normativa y el generado por los impagos”, añadió el profesor.
Batista agregó que el Banco Central tiene como objetivo aumentar la competencia y equilibrar las dinámicas entre las grandes fintechs y los bancos tradicionales, reduciendo la brecha normativa y de capital.
“Esta necesidad de ampliación de capital ya estaba prevista y no veo un cambio estructural o desincentivo para los nuevos actores. Nubank, por ejemplo, pierde una gran ventaja que tenía, pero tiene mucho capital excedente después de la salida a bolsa, por lo que en los próximos cuatro años no creo que esto sea una brecha para el crecimiento de la cartera de la fintech”, apostilló.
Ante esta nueva coyuntura, los especialistas coincidieron en que las fintech pueden considerar la adopción de posturas más conservadoras o cautelosas en el desarrollo de sus negocios y pasar a invertir más en la creación de nuevos productos en vez del usual crecimiento del número de clientes.
“Brasil sigue siendo interesante, pero la balanza de riesgo requiere que los nuevos actores tengan una visión estratégica más conservadora, centrada en nichos específicos y menos compleja, para poder tener un mayor control del escenario”, concluyó Moraes.