Las autoridades brasileñas trabajaban el sábado para esclarecer la causa exacta de un accidente aéreo ocurrido en la víspera en el estado de São Paulo, en el que fallecieron las 62 personas que iban a bordo del avión.
El aparato, un bimotor de turbohélices ATR 72-500 de la aerolínea local Voepass, se dirigía al aeropuerto internacional de Guarulhos, en São Paulo , con 58 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo cuando se estrelló en la ciudad de Vinhedo.
En un principio, la aerolínea señaló que su avión llevaba 62 personas a bordo, luego informó que eran 61 y el sábado temprano volvió a subir el número a 62 luego de que encontró que un pasajero llamado Constantino Thé Maia no figuraba en la lista original.
Las imágenes grabadas por testigos mostraban como el avión caía en barrena hasta estrellarse contra el piso en el interior de una comunidad residencial cerrada. El fuselaje quedó consumido por el incendio posterior. Los residentes indicaron que sobre el terreno no hubo heridos.
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La lluvia caía sobre los rescatistas mientras recuperaban los primeros cadáveres en pleno invierno en el hemisferio sur. Algunos residentes abandonaron la comunidad en silencio para pasar la noche en otro lugar.
Fue el accidente aéreo más letal desde enero de 2023, cuando 72 personas murieron a bordo de un avión de Yeti Airlines en Nepal que se estrelló cuando se disponía a aterrizar. Ese aparato también era un ATR 72, y el informe final atribuyó el siniestro a un error del piloto.
Un reporte del centro meteorológico de la televisora brasileña Globo para el viernes apuntó que “confirmaba la posibilidad de formación de hielo en la región de Vinhedo”, y la prensa local citó a expertos que apuntaban a la formación de hielo como posible causa del accidente.
Cuando un ATR 72-200 de American Eagle se estrelló el 31 de octubre de 1994, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos determinó que la posible causa del siniestro fue la formación de hielo mientras el aparato daba vueltas a la espera para aterrizar. La Administración Federal de Aviación estadounidense emitió directrices operativas para los ATR y aviones similares en las que se pedía a los pilotos que no utilizaran el piloto automático en condiciones de hielo.
Pero el experto brasileño en aviación Lito Sousa advirtió que las condiciones meteorológicas por sí solas no explicarían por qué el aparato se precipitó de la forma en que lo hizo.
“Analizar un accidente aéreo sólo con imágenes puede llevar a conclusiones erróneas sobre las causas”, dijo Sousa a The Associated Press por teléfono. “Pero podemos ver un avión con pérdida de sustentación, sin velocidad horizontal. En esta condición de giro plano, no hay forma de recuperar el control del avión”.
El secretario de Seguridad Pública de São Paulo, Guilherme Derrite, dijo a reporteros el viernes que se había recuperado la caja negra del avión —un dispositivo de color naranja que graba los datos de vuelo y las voces de cabina—, y que aparentemente estaba en buen estado.
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Marcelo Moura, director de operaciones de Voepass, dijo a la prensa por la noche que, aunque había previsión de hielo, estaba dentro de los niveles aceptables para el avión.
Asimismo, el teniente coronel Carlos Henrique Baldi, del centro de investigación y prevención de accidentes aéreos de la Fuerza Aérea Brasileña, explicó a reporteros en una rueda de prensa al final de la tarde que era demasiado pronto para confirmar si el hielo había causado el accidente.
El avión está “homologado en varios países para volar en condiciones severas de hielo, incluso en países distintos al nuestro, donde el impacto del hielo es más significativo”, dijo Baldi, que dirige la división de investigación de la institución.
En un comunicado previo, el centro apuntó que los pilotos no pidieron ayuda ni reportaron condiciones meteorológicas adversas. Tampoco había evidencias de que trataron de contactar con los controladores de los aeropuertos regionales, explicó el ministro de Puertos y Aeropuertos, Silvio Costa Filho, a periodistas el viernes en la noche en Vinhedo.
La Policía Federal brasileña abrió su propia investigación y movilizó a especialista en siniestros aéreos y en identificación de víctimas a la zona, apuntó en un comunicado.
El gobierno del estado de São Paulo informó el sábado temprano que habían recuperado 21 cadáveres del sitio del accidente, y que dos cuerpos ya habían sido identificados.
El fabricante franco-italiano ATR indicó en un comunicado que había sido informado del accidente con un aparato del modelo ATR 72-500 y que estaba “completamente comprometida con el respaldo tanto de la investigación como del cliente”.
Los ATR 72, construidos por un emprendimiento conjunto entre la francesa Airbus y la italiana Leonardo S.p.A., suelen emplearse para vuelos cortos.
De acuerdo con una base de datos de la Red de Seguridad Aérea, los accidentes con ATR 72 se han saldado con 470 muertos desde la década de 1990.
Las autoridades brasileñas empezaron a trasladar los cadáveres a la morgue el viernes y pidieron a la familia de las víctimas que aporten cualquier examen médico, radiográfico y dental posible para facilitar la identificación. También se realizaron análisis de sangre.
Costa Filjo, el ministro de aeropuertos, señaló que el centro de la fuerza aérea también llevará a cabo una pesquisa sobre la caída del avión.
“Investigaremos para que este caso se explique plenamente al pueblo brasileño”, comentó.
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