El Gobierno boliviano pasa por una etapa atípica con tres figuras de poder, el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca, en el poder Ejecutivo, además de la influencia de Evo Morales desde la presidencia del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), con pugnas de liderazgo y visiones disidentes.
El origen de esa distribución de mandos dentro del partido de Gobierno fue la crisis del 2019 cuando Arce y Choquehuanca tomaron una porción del liderazgo que pertenecía casi exclusivamente a Morales, quien se vio forzado a renunciar a la Presidencia y salió del país.
Sin embargo, la actividad política de Morales nunca cesó pues se desempeñó como jefe de campaña de su partido para los comicios generales del 2020, mientras Arce y Choquehuanca fueron los candidatos del MAS que emergieron de deliberaciones partidarias y los sectores sociales afines.
El vocero de Gobierno, Jorge Richter, manifestó que aquellos hechos significaron un “aprendizaje” en el partido gobernante que ahora está en “una etapa diferente” en la que coexisten esos tres liderazgos.
¿Tres poderes?
Morales encarna la imagen del “líder indiscutible”, tal como se refieren a él sus partidarios en las concentraciones en las que participa, además de ser el primer presidente indígena del país y tener una respetada trayectoria sindical en las comunidades cocaleras.
Arce, aparte de ser el presidente del país, fue uno de los ministros más longevos en la cartera de Economía durante los casi 14 años de Morales en la Presidencia. Por su parte, a Choquehuanca, que es también cabeza del Parlamento, se le atribuye una gran mística indigenista y representatividad en sectores del altiplano.
El presidente es el que toma “todas y cada una de las decisiones del Estado”, Morales es el “principal articulador” con los sectores sociales además de Choquehuanca que también tiene una “relación estrecha” con un importante sector popular que alimenta al MAS, detalló Richter.
En cambio, el politólogo e investigador Franklin Pareja considera que existe “una especie de bicefalia” entre Arce y Morales, mientras que Choquehuanca “es un líder que busca construir su espacio”, pero que “no dirige nada”.
Morales representa la postura ideológica con conceptos como el antiimperialismo y antineoliberalismo, la retórica de Choquehuanca apunta más a la identidad y la armonía, mientras que Arce, que muchas veces permanece de bajo perfil, se muestra en sintonía con Morales sin desligarse del todo de las ideas de su vicepresidente.
La influencia de los tres
Morales ha sido fundamental en el año de gestión de Arce, ya que ha convocado a movilizaciones de respaldo y recientemente se reunió con el presidente para evaluar su Administración o el anuncio conjunto de la suspensión de los actos masivos este del 22 de enero, Día del Estado Plurinacional, por la pandemia.
Richter reconoce una “participación muy activa” de Morales, pero sustenta que “las decisiones son del presidente Arce”, aunque esto último no impide que el jefe de Estado recoja “criterios” de los bloques afines al oficialismo, algo que incluye al exmandatario y líder del MAS.
En tanto que Pareja considera que en el MAS hay un surgimiento de corrientes como la de Choquehuanca que “es un liderazgo genuino”, aunque peca de ser “andinocéntrico” (visión centrada en lo andino) y sin una proyección nacional.
A principios del 2021, el MAS mostró disidencias y pedidos de renovación, algo que luego dejó de visibilizarse ante los recurrentes llamados de unión que los tres líderes solicitaron en distintos momentos.
Para el politólogo, el expresidente es “un freno a la renovación” de su partido, mientras que Richter cree que el MAS siempre “ha terminado unificándose” alrededor de Morales, Arce y Choquehuanca.
Presiones para cambiar ministros
En los últimos días organizaciones sociales afines al oficialismo le han pedido a Arce hacer ajustes en su equipo de ministros, lo que habitualmente ocurría el día después del 22 de enero cuando Morales era presidente, mientras que por ahora es incierto si Arce también lo hará.
Algunas organizaciones sociales que son parte del MAS han cuestionado el desempeño de varios ministros como de la Presidencia, María Nela Prada; Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo; Justicia, Iván Lima, y Salud, Jeyson Auza, y han propuesto su remoción del cargo.
Los argumentos de los críticos van desde reclamos por la falta de coordinación con los sectores, políticas públicas cuestionadas y baja ejecución de presupuesto en el caso de las carteras del bloque económico.
En ese sentido, el vocero presidencial señala que “todos” los sectores han dado sugerencias y “también el expresidente Evo Morales”, pero que “la decisión final es del presidente Arce”.
El politólogo Pareja considera que Morales busca “subalternizar” a Arce con un claro “fuste injerencista”, algo que está produciendo reacciones dentro del MAS.
El próximo sábado Luis Arce solo dará un informe de su gestión en la casa de Gobierno en La Paz debido a que los habituales actos masivos como desfiles y verbenas fueron suspendidos por la cuarta ola de la pandemia.