El Gobierno alemán subrayó que resolver el suministro de vacunas a todo el mundo depende del aumento de la producción, no de liberar las patentes y marcó así sus diferencias respecto a la iniciativa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
“La raíz del problema está en la capacidad, que debe aumentar. Liberar las patentes va en contra de la protección de la propiedad intelectual”, afirmó Ulrike Demmer, viceportavoz del Gobierno alemán.
Esta postura “no es nueva”, sino que es la defendida por Berlín en todo lo que concierne a esa cuestión, así como lo es el compromiso con el Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (COVAX), al que Alemania contribuye con casi 1,000 millones de euros, recordó la portavoz.
Demmer declinó todo comentario acerca de la conversación mantenida ayer, según el semanario “Der Spiegel”, entre la canciller Angela Merkel, y el fundador y jefe de la farmacéutica BioNTech, Ugur Sahin. “No comentamos contenidos de conversaciones telefónicas”, afirmó.
Según esa publicación la conversación giró en torno a la propuesta de Biden para liberar las patentes de la vacuna contra el COVID. Tanto la canciller como Sahin coinciden en que deben buscarse otras fórmulas para suministrar la vacuna a países pobres y garantizar su acceso también para posibles pandemias futuras.
En la misma línea se pronunció el ministro de Sanidad, Jens Spahn, en una rueda de prensa para evaluar la situación epidemiológica en el país, al subrayar que “el tema principal no son las patentes, sino las capacidades de producción” y la exportación de vacunas.
Recordó que producir una vacuna basada en la tecnología mRNA “no es algo que se pueda hacer así, ahora, en un momento, con una licencia, en cualquier lugar, en cualquier fábrica y de cualquier manera”.
Agregó que se trata de “transferencia de tecnología” y eso como mejor se hace, precisó, es en forma de cooperación.
En ese sentido, aseguró que Alemania está dispuesta a impulsar esta cooperación, pero subrayó que al mismo tiempo es necesario garantizar una “gestión responsable” de la innovación y el espíritu científico que tiene Europa aunque se ponga a disposición de todo el mundo, y aludió a la existencia de la propiedad intelectual, añadió.
“Si el problema real no son las patentes, sino las capacidades de producción y la disponibilidad, me alegro de que Estados Unidos, al igual que hace la Unión Europea, tenga una mayor disposición a exportar dosis fabricadas en Estados Unidos”, declaró.
El gobierno alemán había transmitido ya ayer a través de una portavoz su escepticismo ante la posibilidad de liberar las patentes como vía para acelerar la lucha contra el COVID-19 en todo el mundo. ´
La inesperada propuesta de Biden supone un claro respaldo a la iniciativa surgida de India y Sudáfrica el año pasado y fue recibida con satisfacción por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero con cautela desde la Comisión Europea (CE).
La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, afirmó al respecto que Europa está “abierta” a cualquier solución “eficaz y pragmática” para la crisis generada por la pandemia, pero pidió que todos los países productores de las vacunas autoricen su exportación -como no está haciendo Estados Unidos-.
Rechazo en la coalición y apoyo verde
El escepticismo ante esa propuesta es, hasta ahora, compartido por el bloque conservador de Merkel y sus socios socialdemócratas. Los Verdes, líderes en intención de voto según los sondeos de cara a las elecciones generales del 26 de septiembre, defendían ya la liberación de las patentes antes incluso de que la formulara Biden.
“Naturalmente tenemos que hablar de ello porque hay que examinar todas las salidas posibles en la situación en que nos encontramos. Pero necesitamos soluciones rápidas y no creo que esa sea una solución rápida”, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, el socialdemócrata Heiko Maas, en un encuentro con medios extranjeros.
Maas consideró, además, que no tendría sentido liberar las patentes para ponerlas en manos de empresas que le dan prioridad al ánimo de lucro.
Más tajante fue el ministro de Cooperación, el conservador Gerd Müller: “Si supiera que la liberación de las patentes aceleraría la vacunación en el mundo estaría de acuerdo pero eso no es así”.
Flaquea la sintonía con la OMS
Berlín insiste en que la vía para resolver el problema está la contribución decidida al COVAX. Con ello se aparta en esta cuestión no solo de la línea Washington, sino también de la hasta ahora absoluta sintonía con la OMS.
La propia canciller y el presidente de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, habían anunciado justo esta semana la creación de un nuevo Centro de Inteligencia para Pandemias y Pandemias, que tendrá su sede en Berlín y cuyo objetivo es responder a futuros desafíos y crisis sanitarias.