Dos atacantes suicidas y hombres armados atacaron a multitudes de afganos a las afueras del aeropuerto de Kabul el jueves, transformando una escena de desesperación en una de horror en los últimos días de intensos operativos para evacuar a personas que desean huir de Afganistán luego de la retirada estadounidense y el ascenso del Talibán al poder.
Por lo menos 72 personas murieron, 60 de ellos afganos y 12 militares estadounidenses, informaron autoridades.
De los militares estadounidenses que perecieron en los ataques, 11 eran infantes de Marina y uno médico de la Armada, informaron funcionarios de Washington. Otros 12 militares norteamericanos resultaron heridos. También hubo 140 afganos lesionados, añadió un funcionario de Afganistán.
Una de las bombas estalló junto a un grupo de personas que estaban paradas en un canal de aguas residuales bajo un intenso calor. El estallido arrojó a sus víctimas hacia el agua fétida. Personas que poco antes esperaban abordar aviones para salir de Afganistán cargaban a los heridos a las ambulancias, con sus propias ropas empapadas de sangre.
Un funcionario estadounidense indicó que se cree que el ataque fue realizado por el grupo Estado Islámico. La filial del grupo extremista en Afganistán es mucho más radical que el Talibán.
Funcionarios occidentales habían advertido de un ataque importante e instaron a las personas a abandonar el aeropuerto, pero los afganos desesperados por escapar del país hicieron caso omiso en los últimos días de una evacuación liderada por Estados Unidos antes de que el país finalice oficialmente su presencia de 20 años el 31 de agosto.
Emergency, una organización benéfica italiana que opera hospitales en Afganistán, dijo que había recibido al menos 60 pacientes heridos en el ataque al aeropuerto, además de 10 que estaban muertos cuando llegaron.
“Los cirujanos trabajarán hasta altas horas de la noche”, informó Marco Puntin, gerente de Emergency.
El funcionario afgano que confirmó el número total de víctimas afganas habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a los medios.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo que una explosión ocurrió cerca de una entrada del aeropuerto y otra a poca distancia cerca de un hotel.
Incluso cuando la zona fue atacada, los vuelos de evacuación seguían despegando desde el aeropuerto de Kabul.
En días recientes, el aeropuerto ha sido escenario de algunas de las imágenes más dramáticas de la caótica retirada estadounidense y el súbito ascenso del Talibán al poder. Vuelo tras vuelo han ido despegando, llevando a gente que teme una repetición del brutal régimen que los talibanes impusieron en la década de 1990.
Algunos países ya han concluido sus evacuaciones y han empezado a retirar a sus soldados y diplomáticos, indicio del principio del fin de uno de los puentes aéreos más extensos en la historia. El Talibán ha prometido no atacar a las fuerzas occidentales durante la evacuación, pero ha insistido en que las tropas extranjeras deben salir del país para el 31 de agosto, el plazo fijado por Estados Unidos para la retirada.
Durante la noche surgieron advertencias de países occidentales sobre un ataque inminente de la filial afgana del grupo Estado Islámico, cuyas filas probablemente han crecido gracias a la masiva liberación de prisioneros por parte de los talibanes en su marcha hacia el poder.