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Según una nueva investigación, las aerolíneas podrían reducir “sustancialmente” su consumo de combustible si los aviones se vuelven más eficientes en el viento.
Los vuelos comerciales entre Nueva York y Londres durante el invierno 2019-2020 podrían haber usado hasta 16% menos de combustible si los pilotos hubieran aprovechado al máximo la corriente en chorro, dijeron científicos de la Universidad de Reading en un artículo publicado esta semana.
“Las emisiones de dióxido de carbono de los vuelos transatlánticos podrían reducirse en millones de kilogramos cada año adoptando un sistema más flexible de rutas”, escribió la autora principal Cathie Wells, investigadora doctora en matemáticas en la universidad.
Esperar aviones más eficientes podría llevar décadas, dijo el profesor Paul Williams, coautor del documento. Por lo tanto, “elegir rutas de vuelo que hagan un mejor uso de la corriente en chorro podría generar recortes de emisiones que son significativas, baratas e inmediatas”.
En 2019, la industria de la aviación arrojó más de 1,000 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono a la atmósfera, según BloombergNEF. Si bien las emisiones se han reducido desde entonces debido al COVID-19, es probable que la caída sea solo temporal.