Las aerolíneas afrontan la mayor operación logística de la historia con el traslado de la vacuna contra el coronavirus a 8,000 millones de personas en más de 200 países y territorios, pero necesitan que se restablezca con urgencia la conectividad para asegurar el éxito de la operación.
El vicepresidente regional para Europa de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), Rafael Schvartzman, ha explicado a EFE que la industria aérea está muy familiarizada con el transporte de medicinas y vacunas.
Añade que muchas de las restricciones que se han puesto en marcha en estos tiempos de pandemia “hay que revisarlas”, porque es preciso agilizar el transporte de las vacunas y hacerlo de la manera más eficiente.
El sector dispone de protocolos ya establecidos para mantener las temperaturas controladas, no solo en el transporte aéreo sino también en la logística en tierra, a los que se unen ahora recomendaciones de IATA sobre requisitos adicionales y el personal cualificado necesario, entre otras.
El transporte aéreo, señala, es el único modo de llegar a más de 200 países y territorios del mundo. En los países industrializados el transporte terrestre puede ser una alternativa, aunque con limitaciones.
Un reto logístico aéreo
Fuentes del sector señalan que en los próximos meses se distribuirán unos 15,000 millones de vacunas en todo el mundo y previsiblemente el reparto entre países se hará sobre todo por avión.
En España los cuatro aeropuertos que más carga mueven son Madrid, Barcelona, Zaragoza y Vitoria, que disponen de infraestructuras para dar soporte a la industria farmacéutica.
Las vacunas deben mantenerse a temperaturas muy bajas: la de Pfizer tiene que estar congelada (a -70 grados) y otras necesitarán ser distribuidas a una temperatura constante de entre +2 y +8 grados.
A escala mundial, según los datos de DHL, uno de los líderes logísticos, los proveedores se enfrentan al reto de establecer rápidamente una cadena de suministro médico para entregar más de 10,000 dosis de la vacuna en todo el mundo, también en regiones con infraestructuras logísticas menos desarrolladas, donde viven unos 3,000 millones de personas.
Para proporcionar una cobertura global en los próximos dos años, se necesitarán hasta 200,000 cargadores de palets, así como unos 15,000 vuelos a través de las diversas configuraciones de la cadena de suministro, señala DHL.
Colaboración de las aerolíneas
De hecho, la Comisión Europea (CE) espera que con la campaña de vacunación del COVID-19 el tráfico aéreo se recupere en 2021 hasta un 50% respecto a los niveles de 2019 por lo que ha obligado de nuevo a las aerolíneas a reservar franjas horarias (slots) para conservarlas el año próximo.
Antes de la pandemia, las compañías tenían la obligación de reservar el 80% de sus slots, por lo que durante las primeras semanas del virus algunas prefirieron que sus aviones volaran prácticamente vacíos.
Para evitar los vuelos fantasma, Bruselas eliminó en marzo esta exigencia y prolongó la excepción en octubre. Sin embargo, con la primera vacuna ya aprobada en Europa para su comercialización (la de Pfizer-BioNTech), ha revisado su decisión y ha decidido que las aerolíneas vuelvan a recuperar slots.
En EE. UU. tan solo horas después de que la Administración Federa Aérea (FAA, en inglés) autorizara la vacuna desarrollada por la estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech, los gigantes de la logística de ese país y las aerolíneas de transporte de pasajeros comenzaron a organizar la distribución por todo el país.
Allí, United Parcel Service (UPS) y FedEx son las empresas de transporte que están trabajando con la Administración estadounidense para la distribución de las vacunas, pero regularmente recurren a vuelos comerciales para apoyarles si el número de envíos es demasiado alto.
En España, Air Europa e Iberia aseguran que tienen su logística preparada para transportar con plenas garantías las vacunas en las condiciones de temperatura que requieren.
Air Europa dice que ha reforzado su logística con la incorporación de contenedores activos para cumplir los requisitos de la industria farmacéutica y ha revisado sus procedimientos e instalaciones para disponer de una red que garantice el almacenamiento y transporte con control activo de temperatura en toda la cadena de frío.
Iberia señala que “desde hace años” cuenta con instalaciones especializadas en el transporte de productos farmacéuticos que requieren condiciones de frío muy concretas, tanto en sus terminales de carga como en los camiones que llevan la mercancía a los aviones y asegura que está en contacto con las farmacéuticas para definir cómo hacer los traslados.