Centenares de inmigrantes, un gran número de ellos latinos, se tomaron el domingo 1 de mayo las calles de Nueva York, algunos llevando las banderas de sus países, para reclamar mejores condiciones de trabajo y un camino a la ciudadanía, al conmemorase hoy el Día Internacional de los Trabajadores.
Dejaron escuchar su voz con fuerza para reclamar salarios dignos, respeto, derecho a pertenecer a un sindicato, cobertura médica y ciudadanía para millones de inmigrantes durante una conferencia previa a iniciar la concurrida marcha.
“Todos los trabajadores merecen protecciones permanentes, incluido pertenecer a un sindicato”, afirmó Edwin, un organizador de la 32BJ, que agrupa a trabajadores de limpieza, encargados de edificios y porteros, entre otros, un gran número de ellos latinos.
“El trabajo del inmigrante es esencial” era el mensaje en la gigantesca pancarta que encabezó la caminata, que partió poco después del mediodía del domingo desde el emblemático parque Washington Square, caracterizado por su arco del triunfo y ubicado en el corazón del Village, en el sur de Manhattan.
“No somos uno, no somos 100, somos millones, cuéntenos bien”, “Las calles son nuestras”, “el pueblo unido jamás será vencido” y reclamos de “ciudadanía ahora” o “Biden escucha, estamos en la lucha” eran algunas de las consignas que gritaban animados, ante el asombro de muchos neoyorquinos y visitantes que detenían el paso para observarlos.
También portaban carteles con mensajes de “¡Somos esenciales, no desechables!”, “Excluidos pero no vencidos”, “Alto a las deportaciones” o “Ignoren a la parlamentaria” en referencia a la funcionaria apartidista cuya tarea es la interpretación de las reglas del Senado y que objetó en dos ocasiones la inclusión del proyecto de inmigración en la ley de presupuesto.
La marcha, bajo un soleado día de primavera, fue convocada por una coalición de organizaciones, que incluye diversos sindicatos y grupos comunitarios como Se Hace Camino Nueva York y a la que algunos otros acudieron con reclamos de libertad para prisioneros políticos o de “No a la guerra”.
La nutrida caminata, en la que ondearon banderas de Colombia, México, Honduras y Puerto Rico así como la que identifica a la comunidad LGBTQ, entre otras, estuvo animada por un grupo de mujeres que tocaban un gigantesco tambor que llevaban colgado al cuello.
Muchos llevaban una flor para recordar así a los miles de trabajadores que murieron durante la pandemia de la COVID-19.
Cuando los inmigrantes llegaron a la calle Canals, cerca de su destino final en el parque Foley Square, a pasos de la oficina del Servicio de Inmigración, un grupo interrumpió el paso del tráfico por unos minutos al acostarse en la calle.
Cada uno portaba una letra, que en conjunto tenía el mensaje de “los inmigrantes son esenciales”.
Al llegar con gran algarabía al final de la marcha, donde se escucharon diversos mensajes, Victoria, que portaba una bandera mexicana, reclamó a los legisladores de la ciudad, estatales y federales que apoyen proyectos de ley que brinden condiciones de trabajo seguras así como un camino hacia la ciudadanía.
Katelyn, de la Asociación Árabe-Estadounidense, abogó por los trabajadores esenciales, como se llamó a los indocumentados que con su trabajo entregando comidas, en bodegas, supermercados o campos agrícolas, entre otros, mantuvieron el país a flote el país durante la pandemia.
“Este país sobrevive del trabajo de los inmigrantes”, afirmó mientras que Jessica, beneficiaria del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) aseguró estar “cansada de esperar”, de “promesas vacías” de una ciudadanía que nunca llega.
Angelika, empleada de Amazon en Staten Island (Nueva York), estuvo allí para celebrar el triunfo que tuvieron a principios de este mes cuando votaron a favor de un sindicato que les represente.
Los trabajadores contaron con el apoyo de varios políticos, entre éstos la congresista Alejandra Ocasio Cortez.
“Estamos luchando por los trabajadores porque los trabajadores luchan por nosotros”, afirmó.