Su finca vitivinícola le sirvió a Joanna Schlosser de vivienda durante los días en que el incendio estuvo en las puertas de su ciudad. Pero hoy, esta residente del oeste de Canadá está preocupada no solo por los perjuicios a largo plazo que sufrirá su establecimiento sino toda la economía del país.
Canadá vive este año la temporada de incendios más intensa de su historia: casi 16 millones de hectáreas han ardido y 200.000 personas han sido desplazadas, especialmente en el oeste y el extremo norte del país.
Poco a poco, la factura y el impacto económico aumentan para este país integrante del grupo de naciones más ricas, el G7.
”Debemos hacer frente a una temporada bastante devastadora en términos de visitas y ventas en los viñedos”, explica a la AFP Schlosser, que debió abandonar su casa en pocos minutos en plena noche.
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Más de 200 viviendas fueron destruidas por las llamas en esta región rica y sumamente turística de la Columbia Británica.
Este año, las ganancias del sector turístico se han reducido considerablemente. Los visitantes huyen de los incendios y del humo que asfixia a la región desde hace semanas.
Con el aeropuerto y la carretera principal de la ciudad de Kelowna cerrados temporalmente, degustaciones, casamientos y otros eventos han sido cancelados.
“Malas cifras”
Stephen Brown, analista de Capital Economics, explica en una nota que, en principio, los incendios forestales tienen escaso impacto sobre la economía canadiense.
Sin embargo, este año “se han extendido tanto que estamos viendo un impacto mayor al habitual” y parecen ser “responsables de gran parte de la reciente debilidad del PIB”.
Como la temporada de incendios aún no ha terminado “las cifras probablemente sigan siendo malas en los próximos meses”, añade.
Canadá vio su economía contraerse un 0,2% en el segundo trimestre y el inicio del tercer trimestre sigue la misma tendencia.
Entre los factores que contribuyeron a la caída figuran “los incendios forestales, que detuvieron la producción de petróleo y gas en mayo y limitaron la actividad de los consumidores en junio”, afirma James Orlando, de TD Bank.
Otro sector afectado es el de la industria maderera, que emplea a más de 30.000 personas.
En un informe de junio, Oxford Economics advirtió que los incendios forestales podrían reducir el crecimiento económico de Canadá este año entre 0,3 y 0,6 puntos porcentuales.
Sin embargo, el balance “no es tan malo como podría haber sido”, sostiene Tony Stillo, de Oxford Economics.
”Aunque los incendios forestales son significativos, ocurren en áreas remotas, y su incidencia sobre las grandes poblaciones, los centros económicos o los corredores de transporte es menor”, señala.
Multiplicación de desastres
En su nuevo plan de adaptación climática, Ottawa estima el coste anual de la lucha contra los incendios forestales en unos 737 millones de dólares estadounidenses.
Subraya especialmente que, según el Instituto Canadiense del Clima, el cambio climático, que agrava los episodios de sequía y por tanto hace más probables y frecuentes los incendios forestales, podría reducir a la mitad el crecimiento económico del país en los próximos años.
Para 2030 se prevé que las pérdidas medias anuales por desastres alcancen cerca de 11,400 millones de dólares estadounidenses.
Las pérdidas de las compañías de seguros se han quintuplicado desde 2009, a más de 1.474 millones de dólares estadounidenses anuales, según la Oficina de Seguros de Canadá, que representa a varias compañías privadas del sector.
Jason Clark, que trabaja para la organización, dice que le preocupa que los canadienses ya no se enfrenten a una catástrofe cada década, sino a “varios acontecimientos en un solo año”: incendios, inundaciones, olas de calor, tormentas.
”Cuando los países experimentan regularmente grandes pérdidas, esto tiene un impacto significativo en las evaluaciones de riesgos y las primas de seguros”, añade. “Necesitamos estar mejor preparados”.
(Con información de AFP)