La antigua ciudad romana de Herculano (sur), junto a Pompeya y otras urbes sepultada por la erupción del Vesubio hace dos milenios, expuso hoy numerosos muebles de madera, como cofres, cunas y mesas, que sobrevivieron a la lava y que ofrecen nueva información sobre los usos y costumbres de sus habitantes.
Lo hace en la exposición “Materia: la madera que no ardió en Herculano”, que podrá verse durante todo el próximo año, hasta el 31 de diciembre del 2023, en el complejo palaciego de la Reggia di Portici, al sur de Nápoles (sur), a los pies de este volcán.
El “extraordinario valor histórico y científico” de las maderas de Herculano “convertirán al Palacio Real de Portici en uno de los centros expositivos más interesantes del panorama cultural nacional e internacional”, aseguró el alcalde de Nápoles, Gaetano Manfredi.
La urbe, al igual que Pompeya u Oplontis, fue arrasada en el año 79 d.C por la erupción del Vesubio, pero algunos muebles y utensilios sobrevivieron al paso del tiempo sepultados bajo una capa de 20 metros de material piroplástico, carbonizados pero no quemados.
“Herculano conserva un patrimonio absolutamente único de objetos de madera, que van desde accesorios como puertas, ventanas, tabiques, hasta muebles, como armarios, cofres, tabernáculos, camas y pequeñas mesas”, según un comunicado del parque arqueológico.
Son objetos que curiosamente conservan su morfología original y que permiten al visitante comprender la forma de vida de aquellos romanos, gracias a la labor minuciosa de obreros, restauradores y arqueólogos que se afanan en arrojar luz a este yacimiento.
Entre las piezas que pueden verse por primera vez destaca el techo de madera de la denominada Casa del Relieve de Telefo, así como el mobiliario y cubiertos de marfil de la Villa de los Papiros.
Además, se trata de un recorrido expositivo en parte sensorial, pues lo primero que experimentará el visitante será un corredor de luces y sonidos que evoca la fuerza destructiva de la erupción.
Acto seguido, se muestran tablones y chapas de madera sin tratar para explicar lo que los antiguos romano denominaban “material”, la materia prima sin tratar, así como las herramientas que utilizaban para construir estos bienes.
Los objetos de madera “brindan una oportunidad muy poco frecuente de reconstruir las antiguas técnicas de carpintería y ebanistería”, detallaron desde el Parque Arqueológico.
La exposición de Herculano, excavada entre las décadas de 1980 y 1990, se convierte de este modo en otra prueba más de la forma de vida de aquella urbe, mientras la cercana Pompeya deslumbra frecuentemente con sus nuevos hallazgos bajo el suelo.
Sin embargo, el equipo de Herculano ahora ha decidido prestar especial atención a un material como la madera preciado y clave en el desarrollo y auge del imperio romano.
“Mil son los usos de los árboles, sin los cuales no sería posible vivir. Con el árbol surcamos los mares y acercamos unas tierras a otras. Con el árbol construimos casas”, escribía por aquel entonces Plinio el Viejo, que se cree que murió durante la tragedia.
(Con información de EFE)