El presidente de Rusia, Vladimir Putin, llamó este viernes al canciller alemán, Olaf Scholz, a “revisar” su postura sobre el conflicto armado en Ucrania, informó el Kremlin en un comunicado.
“Se abordaron distintos aspectos de la situación en torno a Ucrania (...) El presidente llamó a la parte alemana a revisar los enfoques en el contexto de los acontecimientos ucranianos”, señala la Presidencia rusa tras una llamada telefónica entre ambos líderes.
Se trata de la primera conversación telefónica entre Putin y Scholz en casi tres meses. La última llamada telefónica entre los dos dirigentes tuvo lugar el 13 de septiembre.
Según la Presidencia rusa, Putin llamó la atención del canciller alemán sobre la “línea destructiva” de los países occidentales, incluida Alemania, que suministran armas al “régimen” de Kiev y entrenan a las tropas ucranianas.
“Todo esto, así como el amplio apoyo político y financiero a Ucrania, lleva a Kiev a rechazar por completo la idea de cualquier negociación (con Moscú). Además, eso estimula a los nacionalistas radicales ucranianos a cometer más y más crímenes sangrientos contra la población civil”, afirmó Putin.
El jefe del Kremlin le aseguró a Scholz que los ataques rusos contra las infraestructuras ucranianas, que comenzaron el pasado octubre, eran “inevitables”, tras el atentado ocurrido en el puente de la anexionada península de Crimea.
“Las Fuerzas Armadas rusas se habían abstenido durante mucho tiempo de ataques con misiles dirigidos contra ciertos objetivos en el territorio de Ucrania, pero ahora tales medidas se han convertido en una respuesta obligada e inevitable a los provocativos ataques de Kiev contra la infraestructura civil rusa, incluido el puente de Crimea”, señaló el líder ruso.
Putin también pidió una “investigación transparente” con la participación de especialistas rusos del supuesto sabotaje en los gasoductos Nord Stream, y abogó por la eliminación de todas las barreras para los suministros de alimentos y fertilizantes rusos en el marco del acuerdo del grano con Ucrania, la ONU y Turquía.
Fuente: EFE