También fue confiscada la villa del magnate ruso-uzbeko Alisher Usmanov en la elegante Costa Esmeralda del norte de Cerdeña. (Foto: Sputnik/Alexei Nikolsky/Kremlin via REUTERS).
También fue confiscada la villa del magnate ruso-uzbeko Alisher Usmanov en la elegante Costa Esmeralda del norte de Cerdeña. (Foto: Sputnik/Alexei Nikolsky/Kremlin via REUTERS).

Los gobiernos europeos se están movilizando contra los oligarcas rusos para presionar al presidente ruso a fin de que dé marcha atrás en su guerra en Ucrania, incautando superyates y otras propiedades de lujo de incluidos en las listas de sanciones.

Italia ha incautado desde el viernes 143 millones de euros (US$ 156 millones) en yates y villas de lujo en algunos de sus destinos más pintorescos, incluidos Cerdeña, la costa de Liguria y el lago Como.

“Debemos ser capaces de detener el ataque de Putin, traerlo a la mesa de negociaciones y él no irá con sutilezas”, afirmó el viernes el ministro de Relaciones Exteriores italiano, Luigi Di Maio, a la televisión estatal italiana. El ministro anunció los planes de Italia para comenzar las incautaciones de propiedades pertenecientes a oligarcas cercanos a Putin.

La policía financiera italiana actuó rápidamente, al incautar el superyate “Lena” perteneciente a Gennady Timchenko, un oligarca cercano a Putin, en el puerto de San Remo; el “Lady M” de 65 metros (215 pies) propiedad de Alexei Mordashov en la cercana Imperia. El superyate tiene seis suites y un valor estimado de 65 millones de euros, así como villas en la Toscana y Como, según funcionarios del gobierno.

También fue confiscada la villa del magnate ruso-uzbeko Alisher Usmanov en la elegante Costa Esmeralda del norte de Cerdeña, que desde hace mucho tiempo ha sido un sitio favorito de los más ricos del mundo.

Funcionarios alemanes negaron esta semana versiones de que habían incautado el yate de Usmanov en el puerto de Hamburgo. Según el gobierno británico, el oligarca también posee la mansión Beechwood House en Highgate, con un valor estimado de 48 millones de libras, y la finca Sutton Place del siglo XVI en Surrey.

Los activistas dicen que perseguir a los oligarcas equivale a perseguir a Putin.