Hamás, la organización islamista palestina que dirige Gaza, lanzó más de 2000 misiles contra Israel. Más de mil combatientes de Hamás, algunos en planeadores motorizados, cruzaron la frontera entre Israel y Gaza. Atacaron a civiles en las calles de pequeñas ciudades israelíes y en sus casas.
En las 48 horas siguientes, mataron a más de 900 israelíes, una cifra muy superior a la de los 19 años anteriores de conflicto, y tomaron a cerca de 150 rehenes. Israel no estaba preparado, en parte porque Hamás nunca había llevado a cabo un ataque de ese nivel. Las instituciones de defensa del país habían asumido que, en los últimos años, Hamás había decidido abstenerse de iniciar una confrontación a gran escala y que su capacidad para hacerlo era limitada. Se equivocaron. ¿Qué tanto poder tiene Hamás?
Hamás fue fundada en 1987 por el jeque Ahmed Yasín, un clérigo palestino, tras la primera intifada, cuando miles de palestinos lucharon contra la ocupación israelí de Cisjordania y Gaza. En el Cairo, Yasín había ingresado en la Hermandad Musulmana, el movimiento islamista más antiguo del mundo, y pretendía que Hamás fuera la escisión política de la Hermandad en Gaza.
En su primera carta estatutaria, publicada en 1988, el “Movimiento de Resistencia Islámica” —“HMS” son sus iniciales en árabe— proclamaba su deber de liberar a Palestina de Israel, Estado que declaraba ilegítimo. Realizó sus primeros atentados contra objetivos militares israelíes en 1989 y estableció de manera formal un ala militar a principios de la década de 1990. Mediante atentados suicidas dentro de Israel, expresó su oposición a los Acuerdos de Oslo, que pretendían establecer la paz entre Israel y Palestina.
LEA TAMBIÉN: Hamás: Borrachos de sangre
Al principio, el grupo era débil tanto política como militarmente. Sin embargo, su fuerza política entre los palestinos fue creciendo. En 2006, un año después de que Israel se retirara de Gaza, Hamás obtuvo la mayoría de escaños en unas elecciones palestinas y luego formó un nuevo gobierno de unidad con Fatah, su partido rival nacionalista. En junio de 2007, tras una breve guerra civil, asumió el control exclusivo de Gaza, dejando a Fatah al frente de la Autoridad Palestina (AP) en Cisjordania.
En respuesta, Israel y Egipto impusieron un bloqueo asfixiante a la franja costera en 2007, que estranguló su economía y prácticamente confinó a su población en una prisión al aire libre. Desde entonces, no ha habido elecciones. Hamás ha gobernado Gaza como un opresivo Estado unipartidista, lo que ha provocado el desencanto de algunos palestinos con su liderazgo. No obstante, los palestinos lo consideran más competente que la debilitada y corrupta Autoridad Palestina.
A pesar del bloqueo, Hamás pudo desarrollar poco a poco su capacidad militar. En 2008, cuando el grupo comenzó su primera guerra contra Israel, había desarrollado una estructura militar y entrenado a miles de combatientes, con el apoyo de contrabando proveniente de Irán, Siria y Hizbulá, un grupo militante respaldado por Irán en Líbano, y llevaba un año lanzando misiles improvisados. No obstante, los ataques con misiles no consiguieron grandes resultados militares, y los ataques posteriores de Israel contra Gaza causaron la muerte de entre 1200 y 1400 palestinos.
Hamás ha innovado desde entonces. En 2014, cuando comenzó su tercera guerra contra Israel (tras una segunda en 2012), disponía de una gama mucho más amplia de capacidades de combate. Sus misiles habían aumentado en número y alcance, y había mejorado sus estrategias para ocultar su infraestructura militar. Desarrolló un sistema de túneles ofensivos con destino a Israel y otro a través del cual transportaba armas desde Egipto. Aumentó la eficacia de sus fuerzas de combate terrestres, que siguieron luchando durante 50 días.
LEA TAMBIÉN: Mercados mundiales se preparan para consecuencias de la tensión en Oriente Medio
En 2021, Hamás fue capaz de disparar 4300 misiles contra Israel en una ráfaga de once días. (En 2014, había disparado cerca de 4500 en 50 días). Pero Hamás seguía sin ser rival para su enemigo. Después de que sus andanadas en 2021 mataron a una decena de personas, los aviones y helicópteros de respuesta israelíes bombardearon una Gaza ya decrépita y mataron a más de 200 personas.
Durante dos años, Hamás evitó una escalada del conflicto con Israel. Eso llevó a muchos a suponer de manera errónea que las fuerzas dominantes dentro de los líderes del grupo habían optado por centrarse en reforzar su gobierno en Gaza. Pero el ataque del 7 de octubre fue mucho más sofisticado que los anteriores. Hamás atacó los sensores de Israel y desactivó sus cámaras de seguridad.
Aprovechó los avances en la guerra electrónica e interfirió en los sistemas de comunicaciones israelíes, según un informe de Reuters. Todo parece indicar que Hamás ha estado reforzando sus tecnologías militares durante algún tiempo, con al menos cierto apoyo exterior, quizá de Irán.
Hamás pudo lanzar su ataque a pesar de una enorme asimetría: las Fuerzas de Defensa de Israel lo superan con creces, en número y equipamiento. Israel calcula que la fuerza militar de Hamás cuenta con casi 30,000 combatientes; el lunes, Israel llamó a filas a 300.000 reservistas, que se suman a sus cerca de 170,000 soldados activos. El arsenal, mucho mayor, de las Fuerzas de Defensa de Israel incluye misiles y tanques. Los dos millones de civiles de Gaza se preparan para lo peor.
LEA TAMBIÉN: Gaza, forzada al mayor desplazamiento de su historia: casi 1 millón huyen