Rusia afirmó este lunes que rechaza la prolongación de un histórico acuerdo de exportación de granos ucranianos, horas después de que drones navales atacaran un puente estratégico que conecta su territorio con la península anexada de Crimea.
“El acuerdo del mar Negro ha terminado de facto hoy”, dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
“Tan pronto como la parte [del acuerdo] relativa a Rusia esté satisfecha, el país volverá inmediatamente al acuerdo sobre los cereales”, añadió.
Moscú lleva meses quejándose del pacto, sellado en julio de 2022 con la mediación de Turquía y Naciones Unidas y que ha permitido aliviar los temores a una crisis alimentaria mundial.
El acuerdo, que ha permitido exportar más de 32 millones de toneladas de grano ucraniano, incluye también levantar los obstáculos para exportar productos agrícolas y fertilizantes rusos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció la semana pasada que los intereses de Moscú estaban siendo ignorados.
El anuncio de Moscú se produce horas después de que drones navales atacaran el puente que une Rusia con la península anexada de Crimea, clave para transportar suministros a los soldados rusos en Ucrania.
Explosión en el puente de Crimea
“El ataque de hoy en el puente de Crimea es una operación especial de los SBU [los servicios especiales ucranianos] y la Marina”, afirmó una fuente de los servicios de seguridad ucranianos a la AFP.
Las autoridades rusas señalaron que una pareja murió en el ataque y que su hija resultó herida.
El puente de Kerch ya había sufrido daños en octubre de 2022, en un atentado que Moscú atribuyó a Ucrania. Kiev había negado estar detrás del ataque.
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Las autoridades locales informaron de que el tráfico había sido interrumpido en el puente e instaron a los turistas a permanecer en sus alojamientos.
También animaron a los rusos que viajan hacia y desde la península, anexionada por Moscú en 2014, a hacerlo por los territorios ucranianos ocupados.
Horas después del ataque, las agencias de noticias rusas informaron que el gobierno rechazaba prolongar el acuerdo de cereales, cuyos principales beneficiarios han sido China, España y Turquía.
“Rusia ha notificado hoy oficialmente a las partes turca y ucraniana, así como a la Secretaría de la ONU de su objeción a la extensión del acuerdo”, señaló la agencia TASS, citando a la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Maria Zajárova.
Decisión “cínica”
“El conflicto no debe llevarse a cabo sobre las espaldas de los más pobres del planeta”, reaccionó la portavoz del gobierno alemán, Christiane Hoffmann.
El ejecutivo británico, por su parte, dijo que la decisión era “muy decepcionante” y que iban a seguir impulsando las negociaciones.
“Si Rusia no renueva el acuerdo, privará a millones de personas de un acceso clave a los cereales”, indicó un portavoz del primer ministro, Rishi Sunak.
También reaccionó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, condenando una decisión “cínica” de Rusia.
Desde el 27 de junio, no se ha aprobado la participación de nuevos buques para exportar granos, informó en un comunicado el Centro de Coordinación Conjunta (CCC), que supervisa el acuerdo.
El granelero turco “TQ Samsun”, el último carguero autorizado por los firmantes del acuerdo, se dirigía a Estambul desde el puerto ucraniano de Odesa, según mostró a última hora del domingo el sitio web Marine Traffic.
Encarnizados combates
En el terreno, la contraofensiva ucraniana lanzada en junio no cesa.
La viceministra de Defensa, Ganna Maliar, aseguró este lunes que sus fuerzas habían recuperado 18 km2 de territorio en el este, cerca de la ciudad de Bajmut, en manos rusas desde mayo.
La localidad, que tenía 70,000 habitantes antes de la contienda, quedó totalmente destruida durante la batalla más larga y sangrienta desde que comenzó la ofensiva en febrero de 2022.
En la zona de Kupiansk, en la región de Járkov (noreste), las fuerzas rusas están avanzando “activamente desde finales de la semana pasada”, dijo Maliar.
Kiev ha admitido que su contraofensiva avanza lentamente e insta a Estados Unidos y otros países aliados a entregarle más armas de largo alcance y artillería.
“La gente debería entender qué precio pagamos por (avanzar)”, declaró a la AFP un comandante sobre el terreno. “Hay muchos enemigos. Necesitamos tiempo para reducirlos”, añadió.
Fuente: AFP
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