Los pagos a los fabricantes de teléfonos para que preinstalaran únicamente el buscador de Google en sus dispositivos no tenían como objetivo impedir la competencia, sino que eran necesarios para que Android arrebatara cuota de mercado a Apple, dijo Google, de Alphabet, al segundo tribunal superior de Europa.
Google se dirigió al Tribunal General en el tercer día de una semana de audiencias en la que intenta que los jueces desestimen una multa antimonopolio récord de 4,300 millones de euros (US$ 5,000 millones) de la UE y una orden de la Comisión Europea para relajar el control de su motor de búsqueda en los dispositivos Android.
El organismo de control de la competencia de la UE se había opuesto a dos tipos de acuerdos realizados con los fabricantes de teléfonos, uno de los cuales consistía en pagos por preinstalar el buscador de Google en sus dispositivos, conocidos como acuerdos de reparto de ingresos, porque dejaban fuera a los rivales.
El abogado de Google, Assimakis Komninos, ha declarado que no es así y que los pagos sólo sirven para animar a los fabricantes de teléfonos, que ya generan dinero con otras aplicaciones, a dar cabida a Android.
“Google tenía que ofrecer un flujo de ingresos compensatorio. Un incentivo para convencerles de que se abrieran y adoptaran la plataforma Android. Al mismo tiempo, los acuerdos también les ayudaron a mantener los precios bajos y a competir con más éxito con Apple”, señaló.
“Y, obviamente, Google obtenía a cambio una oportunidad promocional, la preinstalación única, que le permitía invertir en un sistema operativo gratuito, una tienda de aplicaciones gratuita, etcétera”.
Además, los acuerdos sólo cubrían el 5% del mercado, manifestó Komninos.
El abogado de la Comisión, Nicholas Khan, rechazó esta afirmación.
“Lo que les preocupaba era que los competidores ganaran terreno”, dijo, y los acuerdos eran “la cúspide de las prácticas de enganche de Google”.
Es probable que se emita un veredicto el año que viene. El caso es T-604/18 Google contra la Comisión Europea.