El rechazo por parte de Estados Unidos de los principales reclamos de Rusia para resolver la crisis en torno a Ucrania deja poco espacio para el optimismo, afirmó el vocero del Kremlin el jueves, aunque añadió que el diálogo aún es posible.
Las tensiones se han agudizado en las últimas semanas, luego de que Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) expresaron el temor de que una acumulación de 100,000 efectivos militares rusos cerca de Ucrania es una señal de que Moscú planea invadir a su vecino. Rusia lo niega y ha formulado una serie de reclamos que, asegura, mejorarán la seguridad en Europa.
Tal como se preveía, Washington y la alianza occidental rechazaron el miércoles firmemente y por escrito toda concesión a los reclamos principales de Moscú, al negarse a vedar permanentemente el ingreso de Ucrania a la OTAN y afirmar que la presencia de tropa y armamentos en Europa oriental no se negocian. Estados Unidos sí señaló algunos aspectos en los que se podría responder a las inquietudes rusas, lo que posiblemente abriría un camino para distender la situación.
“No hay cambio, no habrá cambio”, afirmó el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken al reiterar la advertencia de que una incursión rusa en Ucrania tendría consecuencias masivas y un fuerte costo económico.
Todos los ojos están puestos en Rusia y cuál será su respuesta entre temores de una nueva guerra europea. La decisión depende del presidente Vladimir Putin.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a la prensa que la respuesta de Estados Unidos —y una similar de la OTAN— deja “escaso lugar para el optimismo”.
Sin embargo, añadió que “siempre hay perspectivas para continuar un diálogo. Conviene tanto a nosotros como a los estadounidenses”.
El canciller ruso Serguei Lavrov observó que la respuesta estadounidense contiene algunos elementos que podrían conducir al “inicio de conversaciones serias sobre asuntos secundarios”, pero enfatizó que “el documento no contiene una respuesta positiva al asunto principal”: el reclamo ruso de no expansión de la OTAN y la no instalación de armamentos que puedan amenazar a Rusia.
Lavrov dijo a la prensa que los funcionarios presentarán sus propuestas a Putin, quien tiene la respuesta estadounidense. Peskov dijo que la reacción rusa no demorará.
Las declaraciones oficiales evasivas reflejan el hecho de que es Putin quien determina por su cuenta las siguientes medidas de Rusia. El mandatario ruso ha advertido que ordenará “medidas técnico-militares si Occidente rechaza los reclamos de seguridad rusos.
Peskov añadió que Putin y el presidente estadounidense Joe Biden decidirán si deben mantener una nueva conversación luego de dos llamadas el mes pasado.