El Gobierno de Chile anunció la presentación de un proyecto de retiro parcial de pensiones acotado y “con criterios de seguridad social”, alternativo a las polémicas iniciativas que discute el Parlamento para una extracción masiva y universal del 10% de los fondos.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, señaló que la iniciativa permite la extracción de manera acotada de una parte de los fondos y solo con tres propósitos: para el pago de pensiones alimenticias de los hijos, para la cancelación de deudas y para contribuir al financiamiento de una primera vivienda.
“Todo esto beneficia a las personas de forma permanente y, en algunos casos, de manera excepcional, y no tiene impacto sobre la economía ni la inflación porque no va a afectar al consumo”, detalló.
Según estimaciones del Ejecutivo, la iniciativa supondrá una salida de capital de no más del 10% de lo que habría supuesto el proyecto de retiro masivo e incondicional que la Cámara de los Diputados discute.
Este martes, una comisión de la Cámara Baja tiene previsto iniciar la tramitación de varios proyectos que apuntaban a un nuevo retiro -el cuarto desde que comenzó la pandemia- de un 10% de las cuentas de ahorro individual de pensiones, una medida que según el Banco Central podría agravar la actual inflación hasta acumular un 15% en doce meses a mediados de año.
Por ahora y según la marca de mazo, Chile acumula un aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 9.4% en los últimos 12 meses, lo que ha llevado al ente emisor a subir las tasas de interés de 2.75% a 7% en menos de medio año como medida de contención.
En diciembre se discutió la posibilidad de un cuarto retiro, pero la iniciativa fue rechazada por las posibles consecuencias que podría suponer sobre la economía al aumentar la cantidad de circulante.
En paralelo, la pasada semana, el presidente Gabriel Boric, anunció un paquete de ayudas sociales por valor de 3.700 millones de dólares y un proyecto de ley de subida del salario mínimo de 350.000 pesos (sobre 430 dólares) a 400,000 pesos (sobre 500 dólares) en 2022.
Desde la llegada del COVID-19 se han aprobado otros tres retiros del 10% de los fondos de pensiones, que hasta ahora ha supuesto un desembolso de más de US$ 55,000 millones para entidades que gestionan estos dineros, las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
El sistema de pensiones de Chile, instaurado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), es pionero en la capitalización individual y obliga a cada trabajador a aportar un 10% mensual de su sueldo a un fondo gestionado por empresas privadas, las AFP.
En los últimos años ha sido ampliamente criticado por las escasas pensiones que otorga, con la mitad de los contribuyentes chilenos recibiendo menos de 215,000 pesos (US$ 280) al mes de pensión, según datos de la Fundación Sol.