El ministro británico Michael Gove, encargado de coordinar la acción del gobierno, descartó este miércoles un nuevo referéndum sobre la independencia de Escocia antes de las próximas elecciones legislativas, en el 2024, al explicar que el gobierno está concentrado en la recuperación tras la pandemia.
Consultado por el periódico The Telegraph si había alguna posibilidad de que el primer ministro, Boris Johnson, aprobara un referéndum antes de las elecciones previstas para mayo del 2024, Gove respondió: “No lo creo”.
El ministro consideró “insensato” hablar de un referéndum en momentos en que el país está tratando de recuperarse del impacto de la pandemia de coronavirus.
“Me parece, en el mejor de los casos, imprudente, y el peor, una locura” hablar de la independencia de Escocia “cuando la gente espera que trabajemos juntos para afrontar estos desafíos”, dijo.
Esto molestó a la primera ministra escocesa y líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), Nicola Sturgeon, quien dirige el gobierno local escocés y pide a Johnson que autorice el referéndum.
Entrevistada por la agencia de prensa PA, Sturgeon, quien en las elecciones de mayo obtuvo un cuarto mandato, calificó las palabras de Gove de “forma de condescendencia burlona y arrogante”, señalando que cada vez que un miembro del gobierno británico se expresa así “no hace más que reforzar el apoyo a la independencia”.
Johnson, que tiene la última palabra para autorizar o no este referéndum, se opone firmemente, estimando que tal consulta sólo puede producirse “una vez por generación”.
En el referéndum del 2014, 55% de los electores rechazaron la independencia. El SNP estima no obstante que el Brexit cambió la situación.
Considera que los escoceses, un 62% de los cuales se opusieron al Brexit, debería ahora poder unirse a la Unión Europea como Estado independiente.