El gobierno alemán aprobó este miércoles una regulación que permite volver a operar a las centrales eléctricas en base a carbón y petróleo que forman parte de la reserva energética con el fin de ahorrar gas.
La regulación, que entra en vigor mañana (jueves), permitirá a dichas plantas regresar al mercado eléctrico de forma temporal hasta finales del próximo invierno, informó el Ministerio de Economía y Protección del Clima en un comunicado.
La medida, posibilitada por la aprobación la semana pasada de la nueva Ley de Centrales Energéticas de Reemplazo, forma parte de un paquete impulsado por el Ministerio para reducir el consumo de gas en el sector de la producción eléctrica.
“Queremos ahorrar gas ahora en verano para llenar nuestros depósitos de cara al invierno,” declaró al respecto el ministro de Economía, Robert Habeck, que también tiene el rango de vicecanciller.
Habeck agregó que la reactivación de las centrales de carbón y petróleo permitirá ahorrar entre cinco y diez teravatios hora de gas natural en Alemania y otros tantos en el resto de Europa.
“Con ello, reforzamos las precauciones y nos protegemos ante una agudización de la situación actual en el mercado energético,” agregó el ministro.
La regulación afecta a centrales que ya formaban parte de la reserva eléctrica y que no funcionan con gas natural, las cuales según el ministerio acumulan una capacidad instalada de 4.3 gigavatios para las plantas de carbón y 1.6 para las de aceites minerales.
A ellas se suman centrales de carbón a las que se les había prohibido la quema de este material de cara al 2022 y 2023, con un rendimiento instalado de 2.6 gigavatios adicionales.
La reanudación de las operaciones de todas estas plantas es de carácter voluntario y “oportunidades y riesgos” corren a cuenta del operador, destacó el comunicado.
“El objetivo prioritario de completar el abandono del carbón en Alemania hasta el 2030 no se ve afectado por esta medida temporal,” concluyó el ministerio.