El jefe del Banco de Japón (BoJ), Haruhiko Kuroda, se disculpó por un comentario del día anterior en el que dijo que los hogares aceptaban cada vez más los aumentos de precios, generando controversia política sobre el tema, lo que subraya la sensibilidad pública por el aumento del costo de vida.
El comentario se produjo en un momento delicado para el gobierno del primer ministro Fumio Kishida, que enfrenta crecientes llamados para abordar el aumento de los costos de los alimentos y el combustible antes de las elecciones a la Cámara alta el próximo mes.
“Lamento que la expresión haya causado cierto malentendido”, dijo Kuroda, y agregó que había sido inapropiado que él dijera que los hogares aceptaban cada vez más los aumentos de precios.
Más temprano, el legislador de la oposición Kenji Katsube, uno de los varios políticos que cuestionaron a Kuroda en el Parlamento, dijo que el comentario del gobernador del Banco de Japón mostraba que “no entendía cómo se siente el público” sobre los aumentos de precios.
La agencia de noticias Kyodo citó al ministro de Comercio, Koichi Hagiuda, diciendo: “Se desvía un poco de la realidad”, en respuesta a las preguntas de periodistas sobre el comentario.
El comentario también generó críticas en las redes sociales, con respuestas que usaban el hashtag “No podemos aceptar aumentos de precios”.
Un usuario escribió: “Estamos comprando productos porque son necesidades diarias, no porque aceptemos” precios más altos. “Todo el mundo está sufriendo”.
Otro escribió: “Solo las personas ricas como usted pudieron ahorrar durante la pandemia del coronavirus”.
Si bien admitió que sus palabras pueden haber sido inapropiadas, Kuroda señaló que el comentario tenía la intención de ayudar a explicar la necesidad de un mayor crecimiento salarial.
“No solo estamos apuntando a subir los precios. En cambio, queremos crear un ciclo positivo en el que los precios suban junto con un mayor crecimiento de los salarios y la actividad económica”, expresó.
Los precios subyacentes al consumidor de Japón fueron 2.1% más altos en abril que el año anterior, superando el objetivo de inflación del BoJ por primera vez en siete años, impulsados principalmente por el aumento de los precios de los alimentos y el combustible.
Los funcionarios del BoJ han dicho en repetidas ocasiones que tal inflación de costos será temporal y no provocará un retiro del estímulo monetario.