Los líderes del Banco Mundial (BM), incluida la entonces directora general Kristalina Georgieva, aplicaron “presión indebida” sobre el personal para impulsar la clasificación de China en el informe “Doing Business 2018” del banco, según una investigación independiente publicada el jueves.
El informe, elaborado por el bufete de abogados WilmerHale a pedido del comité de ética del banco, plantea preocupaciones sobre la influencia de China en el Banco Mundial y el criterio de Georgieva, ahora directora gerente del Fondo Monetario Internacional, y el entonces presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim.
Georgieva dijo que estaba “profundamente en desacuerdo con los hallazgos e interpretaciones de la investigación” y que había informado al directorio ejecutivo del FMI.
El Banco Mundial decidió cancelar su informe “Doing Business” sobre clima de inversión en los países, diciendo que auditorías internas y la investigación de WilmerHale habían planteado “cuestiones éticas, incluida la conducta de exfuncionarios de la Junta Directiva, así como del personal actual y/o anterior del Banco”.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que administra las participaciones dominantes del país en el FMI y el Banco Mundial, dijo que estaba analizando lo que denominó “hallazgos serios”.
El informe de WilmerHale citó la “presión directa e indirecta” del personal de alto rango en la oficina de Kim para cambiar la metodología del reporte para mejorar el puntaje de China, y dijo que probablemente ocurrió bajo su dirección.
También afirmó que Georgieva y un asesor clave, Simeon Djankov, presionaron al personal para “hacer cambios específicos en los puntos de datos de China” y mejorar su ranking en un momento en que el banco buscaba el apoyo de Pekín para un gran aumento de capital.
La clasificación de China en el informe “Doing Business 2018”, publicado en octubre del 2017, subió siete puestos hasta el 78 después de que se realizaron los cambios en la metodología de los datos, comparado con el borrador del informe inicial.
El informe Doing Business evalúa los entornos regulatorios, la facilidad para iniciar negocios, la infraestructura y otras medidas del clima empresarial.
El reporte de WilmerHale también citó irregularidades en los datos utilizados para determinar las clasificaciones de Arabia Saudita y Azerbaiyán en el reporte “Doing Business 2020” publicado en el 2019, pero no encontró evidencia de que algún miembro de la Oficina del presidente o la junta ejecutiva del banco estuvieran involucrados en estos cambios.
Arabia Saudita subió 30 lugares hasta el puesto 62 en el informe “Doing Business 2020”.
El execonomista jefe del Banco Mundial Paul Romer expresó por primera vez su preocupación por la integridad del informe “Doing Business” en 2018, y dijo que el ranking de Chile podría haber estado sesgado en contra de la entonces presidenta socialista Michelle Bachelet. Romer dejó el banco poco después de sus comentarios.
WilmerHale dijo que fue contratado en enero por el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo, una de las instituciones que integran el Banco Mundial, para revisar las circunstancias internas que llevaron a las irregularidades en los datos. Agregó que el banco apoyó la investigación, pero que era totalmente independiente.
“Hacia adelante, trabajaremos en un nuevo enfoque para evaluar el clima empresarial y de inversión”, dijo el Banco Mundial en un comunicado.
El informe afirmó que la “cultura tóxica” y el “miedo a las represalias” rodean el reporte Doing Business, y dijo que los miembros de ese equipo “sentían que no podían desafiar una orden del presidente o del CEO del Banco sin arriesgar sus trabajos”.