Chile se prepara para una segunda vuelta presidencial polarizada el próximo mes entre un exlíder estudiantil izquierdista de 35 años y un ultraconservador que ha prometido tomar medidas enérgicas contra el crimen.
Pero quizás el actor más influyente en el enfrentamiento cara a cara del 19 de diciembre, según analistas, es un entusiasta de la categoría de automovilismo NASCAR, que vive en la localidad estadounidense de Alabama.
En la votación del domingo, el excongresista de extrema derecha José Antonio Kast terminó en la cima con el 27.9% de los votos, mientras que el legislador Gabriel Boric quedó en segundo lugar con el 25.8%.
Como ambos quedaron muy por debajo del umbral de 50% necesario para ganar, ahora luchan por forjar alianzas y ganarse a los votantes que eligieron a otros contendientes.
Al frente está el candidato Franco Parisi, un popular economista de 54 años que sorprendió al llegar tercero con el 12.8% de los votos, pese a que nunca puso un pie en Chile durante la campaña. En algunas ciudades del norte, incluidos los centros mineros de Antofagasta y Calama, ganó por márgenes significativos.
Los observadores dicen que sus partidarios son más antisistema que izquierdistas o conservadores, lo que hace difícil predecir dónde irán sus votos. Pero con Boric y Kast encerrados en una carrera extremadamente competitiva, serán clave para el resultado.
En una encuesta realizada a inicios de noviembre por Activa Research, los votantes de Parisi favorecían a Boric en una segunda ronda teórica, aunque la mínima diferencia estaba dentro del margen de error.
Algunos analistas, extrapolando las tendencias en elecciones anteriores, creen que Kast podría tener un desempeño ligeramente mejor de lo que sugieren esas encuestas.
El director de la consultora Tresquintos, Kenneth Bunker, consideró que una mayor cantidad de sufragios de Parisi migrarían hacia Kast.
“Aunque quisiera votar por Boric, voy a votar por Kast, porque, aunque sea mucho más extremista quiero estabilidad”, dijo Luis Bugueño, un consultor financiero de 22 años en la norteña Coquimbo, que votó por Parisi en la primera vuelta.
“No quiero que el día de mañana (Chile) se convierta en uno de nuestros países vecinos y que estemos en la misma situación tratando de arrancar (migrar)”, apuntó.
Según informes de medios locales, Parisi vive en un suburbio de Birmingham y anteriormente enseñó en la Universidad de Alabama. Dijo al periódico local Diario Financiero en septiembre que le gusta el sur de Estados Unidos porque es seguro, barato y tiene buenas escuelas públicas.
Sus políticas a menudo tienden a la derecha en cuestiones económicas y a la izquierda en temas sociales, pero a menudo son idiosincráticas y difíciles de precisar.
No planea respaldar a un candidato en el balotaje, pero realizará una encuesta digital entre sus simpatizantes en diciembre para ver a quién prefieren, dijo en una entrevista radial el portavoz Juan Marcelo Valenzuela.
Parisi no es el único candidato cuyos votantes están en juego en la segunda vuelta. El oficialista de centroderecha Sebastián Sichel y la centroizquierdista Yasna Provoste recibieron más del 10% de los votos el domingo, lo que significa que sus votantes también serán cruciales.
Pero ambos candidatos tienen ideologías más fáciles de definir. Si bien ninguno de los dos ha respaldado a un candidato en la segunda ronda, Sichel ha dicho que no votará por Boric y Provoste ha dicho que no votaría por Kast.
Los seguidores de Parisi, mientras tanto, siguen siendo un misterio.