Una coalición de fabricantes de medicamentos está introduciendo nuevas normas destinadas a reducir la liberación de residuos de antibióticos al medio ambiente, en medio de la creciente preocupación por la resistencia a los medicamentos que ha sido relacionada con más de un millón de muertes anuales en todo el mundo.
Las pautas ayudarán a garantizar que los antibióticos se fabriquen de forma responsable, minimizando los riesgos medioambientales, según informó el martes AMR Industry Alliance en un comunicado.
El grupo también planea lanzar un programa de certificación la próxima primavera, que permitirá a los fabricantes demostrar que se han cumplido los requisitos mediante una evaluación independiente, inicialmente a cargo de la empresa británica BSI Standards Limited.
El uso excesivo y la sobreexposición a los antibióticos contribuyen a crear cepas bacterianas resistentes que pueden crecer a pesar de la presencia de medicamentos. La falta de normativas internacionales y la dependencia de las declaraciones de las propias empresas, dificultan los esfuerzos para garantizar que los antimicrobianos no utilizados se viertan de manera segura en el medio ambiente, según la Fundación para el Acceso a los Medicamentos, una organización sin fines de lucro con sede en Ámsterdam que hace un seguimiento de los esfuerzos de las empresas en materia de resistencia a los antibióticos.
Aunque mucha gente quiere que se establezcan nuevos controles, las medidas de la alianza de la industria son la “única solución” que se ha presentado, dijo Steve Brooks, que dirige su labor de fabricación.
”Estamos avanzando con la autorregulación y estamos impulsando el cambio necesario”, dijo Brooks en una entrevista. “Es muy probable que todo lo que estamos haciendo esté estrechamente alineado con cualquier tipo de control que eventualmente pueda producirse”.
Los residuos de la fabricación de productos farmacéuticos son un factor conocido en el desarrollo y la propagación de la resistencia a los antibióticos. Las infecciones impermeables a los tratamientos existentes causaron la muerte de más de 1.2 millones de personas en el 2019, según un análisis global publicado a principios de este año en la revista médica The Lancet.
Las autoridades de salud advierten que el número anual de muertes podría aumentar hasta los 10 millones para el 2050 sin no se toman medidas urgentes.
Aunque las empresas farmacéuticas están tomando cada vez más medidas al establecer y hacer cumplir los límites de las aguas residuales liberadas en la fabricación, sigue existiendo una enorme laguna en la aplicación de esas normas a los proveedores, según reveló en un informe la Fundación para el Acceso a los Medicamentos. Según Brooks, las nuevas normas y la certificación independiente pretenden influir en la cadena de suministro en general.
”Creemos que esto aportará mayor transparencia a lo que hacen las empresas”, dijo.