El alto precio de los fertilizantes hará caer su uso en Latinoamérica, lo que podría desembocar en una menor producción agrícola y calidad alimenticia el año que viene, advirtió la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Máximo Torero, economista jefe de la FAO dijo, durante una reunión de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que Latinoamérica está particularmente expuesta a altos precios de los fertilizantes porque es bastante dependiente de sus importaciones y compra muchos de ellos a Rusia.
“La baja asequibilidad y la respuesta de altos precios a la demanda en países de bajos recursos resultará en niveles de uso (de fertilizantes) más bajos y en menor producción de alimentos y eso pondrá en riesgo nuestra producción para el año que viene”, explicó.
La invasión de Rusia a Ucrania disparó los precios del gas natural, un ingrediente básico de los fertilizantes, y motivó severas sanciones contra Rusia, uno de los principales exportadores de estos productos.
Los altos precios hacen que los alimentos en todo el mundo resulten más caros y menos abundantes, ya que los agricultores producen menos. Todo esto sucede cuando el precio de los productos alimenticios está en su nivel más alto desde que se comenzó a llevar esa estadística en 1990, dijo la FAO semana pasada.
Torero explicó el miércoles que Latinoamérica enfrenta problemas de deuda y de devaluación en los tipos de cambio, lo que dificultará poder pagar los altos precios de alimentos y fertilizantes.
Ecuador es uno de los principales dependientes en importaciones de fertilizantes, al igual que países centroamericanos, mientras que Venezuela o Trinidad y Tobago son países exportadores, dijo el experto.
Torero destacó que se prevé que el uso global de fertilizantes caiga un 3% este año y el que viene, tras haber aumentado un 6.3% en el 2021 y en lo que va del año.
Varios países de la OEA decidieron en la reunión del miércoles analizar más a fondo la cuestión de los fertilizantes y pospusieron la aprobación de una declaración propuesta por Perú que pedía poner en marcha la cooperación entre países latinoamericanos y organismos internacionales con el objetivo de lograr un “adecuado acceso” a los fertilizantes.
La resolución también declaraba la “profunda preocupación” ante la actual crisis de los fertilizantes “y sus consecuencias negativas para el desarrollo de sistemas agroalimentarios sostenibles, en particular para la producción agrícola en la región”.
El embajador del Perú ante la OEA, Harold Forsyth, destacó que la crisis de los fertilizantes es un problema “extremadamente serio” con “consecuencias sumamente graves”.