La multinacional estadounidense ExxonMobil dice que el nuevo impuesto por parte de la Unión Europea a los beneficios extraordinarios de las petroleras “desalentará la inversión”, luego de haber demandado a la Unión Europea (UE) al considerar que Bruselas se ha excedido en su autoridad legal para imponer el gravamen.
“Nuestro desafío está dirigido únicamente al impuesto contraproducente sobre las ganancias extraordinarias, y no a ningún otro elemento del paquete para reducir los precios de la energía. Este impuesto socavará la confianza de los inversores, desalentará la inversión y aumentará la dependencia de los productos energéticos y combustibles importados”, indicó a EFE el gerente corporativo de relaciones con los medios de ExxonMobil, Casey Norton.
Norton, además, subrayó que las industrias europeas “ya se enfrentan a una crisis de competitividad” y que “los gobiernos deberían apoyar la producción de energía fiable y asequible”.
Según adelantó el Financial Times, las filiales alemana y holandesa de Exxon presentaron la demanda en el Tribunal General Europeo, en la que la compañía objeta que la Comisión y el Consejo de la UE hayan hecho uso de sus poderes de emergencia.
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Estos poderes se regulan en el artículo 122 del Tratado de Funcionamiento de la UE, donde se establece que los Estados miembros podrán aprobar la legislación directamente en la Comisión, sin pasar por el Parlamento Europeo, “en particular si surgen dificultades graves en el suministro de ciertos productos, especialmente en el área de la energía”.
No obstante, en su demanda, la compañía ha argumentado que el impuesto a los beneficios extraordinarios de las compañías no solucionará la escasez de suministro, por lo que la Comisión y el Consejo se equivocaron al usar sus poderes de emergencia.
Norton también apuntó que ExxonMobil invierta en el viejo continente “depende principalmente de lo atractiva y competitiva que sea Europa a nivel mundial”.
Exxon calculó en noviembre que este nuevo gravamen le supondrá 2,000 millones de dólares.
“Reconocemos que la crisis energética en Europa está pesando mucho sobre las familias y las empresas, y hemos estado trabajando para aumentar el suministro de energía a Europa”, anotó Norton.
Los gobiernos de la Unión Europea pactaron en septiembre nuevas medidas de emergencia para abaratar las facturas de la luz entre las que se incluyó un nuevo impuesto a las petroleras, definido como la “contribución solidaria”, por el que se gravará un 33% de los beneficios extraordinarios de empresas petroleras, gasísticas y del sector de la refinería tanto de 2022 como de 2023.
En el texto, la UE definía dichas ganancias como los beneficios que superen el 20% de la media registrada en los últimos cuatro ejercicios.
Con el nuevo tope sobre los beneficios extraordinarios a las energéticas, entre los que se incluyen el límite al precio de las renovables y esta tasa, la Comisión Europea estimaba recaudar 149,280 dólares.
El Tribunal General Europeo tendrá que decidir ahora si se pronuncia sobre la demanda de la compañía en un proceso que podría llegar al Tribunal de Justicia Europeo y prolongarse durante la gran parte de 2023, según la mencionada publicación.
Fuente: EFE