Coca-Cola y McDonald’s son algunas de las empresas que recientemente suspendieron sus ventas en Rusia, donde un alto miembro del partido en el poder advirtió de que las empresas extranjeras que cierren podrían ver nacionalizadas sus operaciones.
PepsiCo y Starbucks también se sumaron a las decenas de compañías multinacionales que cierran tiendas, fábricas o abandonan inversiones para cumplir con las sanciones o debido a problemas de suministro.
Al irregular abastecimiento contribuye la suspensión de rutas de contenedores de los tres principales gigantes del transporte marítimo mundial.
Heineken, la segunda cervecera del mundo, detuvo la producción y las ventas en Rusia y dijo que estaba evaluando opciones para sus operaciones allí.
Yum Brands Inc, matriz del gigante del pollo frito KFC, afirmó que ponía en pausa las inversiones en Rusia, un mercado que le ayudó a alcanzar un avance récord el año pasado.
Ley de guerra
En respuesta a la oleada de empresas que se retiran, Andrei Turchak, secretario del consejo general del partido gobernante Rusia Unida, advirtió que Moscú podría nacionalizar los activos extranjeros inactivos.
“Rusia Unida propone nacionalizar las plantas de producción de las empresas que anuncien su salida y el cierre de la producción en Rusia durante la operación especial en Ucrania”, escribió Turchak en una declaración publicada en el sitio web del partido el lunes por la noche.
El comunicado mencionaba a las empresas privadas finlandesas de alimentos Fazer, Valio y Paulig como las más recientes en anunciar cierres.
“Tomaremos duras medidas de represalia, actuando de acuerdo con las leyes de la guerra”, dijo Turchak.
Sanciones
Moscú, que califica su invasión de Ucrania de “operación militar especial”, también se ha visto afectado por numerosas sanciones occidentales que han ahogado el comercio, han provocado el desplome del rublo y han aislado aún más el país.
Los bancos y los multimillonarios también se han visto afectados, y la Comisión Europea prepara nuevas sanciones contra otros oligarcas y políticos rusos y tres bancos bielorrusos, según Reuters.
Aunque la guerra en Ucrania y las sanciones han hecho subir los precios de las materias primas que exporta Rusia, como el petróleo, el gas natural y el titanio, las sanciones han impedido en gran medida que Moscú aproveche los altos precios.
El martes, Estados Unidos prohibió las importaciones de petróleo ruso.
La empresa estadounidense de servicios petrolíferos Schlumberger, que obtiene alrededor del 5% de sus ingresos de Rusia, dijo que el conflicto en curso probablemente perjudicaría sus resultados este trimestre.
El operador mundial de materias primas Trafigura Group obtuvo una línea de crédito renovable de US$ 1,200 millones de los bancos para ayudar a hacer frente a la subida de los precios de la energía y las materias primas.
La noruega Yara, uno de los principales fabricantes de fertilizantes, dijo el miércoles que reduciría la producción de amoníaco y urea en Italia y Francia debido al aumento de los precios del gas.