Cientos de personas que escapan de lo que hasta ahora era una relativa seguridad en el oeste de Ucrania se sumaban el lunes a miles que cruzaban hacia el Este de Europa, después de que Rusia atacara una base ucraniana cerca de la frontera con Polonia, país miembro de la OTAN.
Ucrania dijo que 35 personas murieron en la base el domingo. Moscú dijo que fallecieron hasta 180 “mercenarios extranjeros” y que se destruyó una gran cantidad de armas extranjeras.
Ucrania también informó de nuevos bombardeos aéreos en un aeropuerto en el oeste del país.
El número de refugiados que huyen de Ucrania desde que Rusia invadió el 24 de febrero aumentó a más de 2.8 millones de personas, mostraron datos de las Naciones Unidas emitidos el lunes, en lo que se ha convertido en la crisis humanitaria más grave en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Funcionarios de la Unión Europea han dicho que cinco millones de personas podrían terminar desplazadas, mientras que otros han elevado esa cifra.
Millones de personas también han sido desplazadas dentro de Ucrania y muchas han sido evacuadas hasta las regiones occidentales menos asoladas por la guerra, incluidas ciudades como Lviv.
Myroslava, de 52 años, huyó de su hogar en la región de Ternopil, en el oeste de Ucrania, y esperaba en una terminal de la estación de Cracovia, en Polonia, hasta que unos conocidos la recogieran. No sabía dónde se quedaría.
“Nos fuimos debido al ataque de ayer (domingo)”, dijo, y agregó que esperaba que el oeste de Ucrania estuviera a salvo. “No planeábamos irnos, pero como estaba tan cerca decidimos hacerlo”.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, dijo en una conferencia de prensa con sus homólogos de Ucrania y Lituania que el ataque cerca de su frontera mostraba que Rusia quería “crear pánico entre la población civil”.
Mira, de Kiev, quien viajaba con su madre a Varsovia, dijo que la había sorprendido el ataque ruso cerca de Lviv. “Entré en pánico y me sentí asustada”, dijo.
Esfuerzo diplomático
Las batallas continuaron en muchas de las principales ciudades de Ucrania, incluida la capital, Kiev.
Ucrania dijo que trataría de evacuar a los civiles a través de 10 corredores humanitarios el lunes.
Rusia niega haber atacado a civiles y describe sus acciones como una “operación especial” para desmilitarizar y “desnazificar” Ucrania. Ucrania y los aliados occidentales llaman a esto un pretexto sin fundamentos para la invasión de un país democrático de 44 millones de habitantes.
“Han destruido casas”, dijo Alena Kasinyska, una refugiada de la ciudad de Mykolaiv, en el sur de Ucrania, después de llegar a Rumania en Isaccea, un concurrido cruce fronterizo en el delta del Danubio. “La gente no tiene dónde vivir, tenemos miedo”.
Ucrania dijo el lunes que había iniciado conversaciones “difíciles” sobre un alto el fuego, el retiro inmediato de tropas y garantías de seguridad con Rusia.
Ambas partes informaron de un progreso el fin de semana después de que las rondas anteriores se centraran principalmente en el alto al fuego para llevar ayuda a las ciudades sitiadas por las fuerzas rusas y evacuar a los civiles. Esas treguas han fallado con frecuencia.
Autoridades y voluntarios de Europa central y oriental se esfuerzan por proporcionar alimentos, alojamiento y asistencia médica a los millones de refugiados que cruzan sus fronteras.
Los estados de primera línea como Polonia y Eslovaquia -que ha acogido a más de la mitad del número total de personas que huyen -, junto con Rumania, Hungría y Moldavia, han recibido a la gran mayoría de los refugiados, algunos de los cuales se han dirigido hacia el oeste.
La guardia fronteriza de Polonia dijo que alrededor de 1.76 millones de personas habían ingresado al país desde que comenzaron los enfrentamientos, con 18,400 que arribaron durante las primeras horas del lunes.