Las empresas europeas de servicios públicos dependen cada vez más del carbón para su energía mientras la región intenta reducir su dependencia del gas natural ruso.
Incluso con el aumento de precios del combustible fósil más sucio, junto con el de la mayoría de los demás productos básicos, todavía es mucho más barato para las centrales eléctricas quemar carbón que gas para producir energía.
La semana pasada, las centrales del continente quemaron un 51% más de roca sedimentaria que un año antes, según datos de Fraunhofer ISE. Al mismo tiempo, disminuyó la demanda de gas de las centrales eléctricas.
Es posible que el cambio haya llegado para quedarse, pese a lo perjudicial que es para el medioambiente. Dado que Europa planea reducir este año el consumo de gas ruso en dos tercios, las empresas inevitablemente dependerán más del carbón, aunque la región también buscará aumentar el suministro de otros productores de gas.
“Los altos precios del gas en toda Europa están reduciendo la competitividad económica del gas en relación con el carbón”, dijo Kesavarthiniy Savarimuthu, analista de BloombergNEF. Eso está haciendo que las empresas de servicios públicos prefieran el carbón por sobre el gas, particularmente en Alemania, que ya es el mayor consumidor de Europa fuera de Rusia.
Rusia también es el mayor proveedor de carbón de Europa; en el 2020 representó alrededor de un tercio del total. Y dado que el país se encuentra cada vez más aislado, los comercializadores se están apresurando a comprar el combustible a otros productores, como Colombia, Sudáfrica, Australia, Indonesia y Estados Unidos.
La semana pasada, aún se enviaban exportaciones de carbón de Rusia al Reino Unido, Alemania y Letonia, ya que las sanciones europeas aún no bloquean las importaciones de fuentes clave de energía.
Un envío de 30,000 toneladas de carbón salió el 3 de marzo desde Múrmansk, en el noroeste de Rusia, con destino a Belfast, según información del proveedor de datos de transporte marítimo Marcura recopilados por Bloomberg.
Es probable que la volatilidad de los precios récord continúe durante algún tiempo. El viernes, los precios del carbón para entrega el próximo mes registraron escasa variación, a US$ 360 por tonelada. Sin embargo, han bajado un 16% esta semana después de duplicarse con creces en el período anterior.