Una cuarta inyección de la vacuna para el COVID-19 aumenta los anticuerpos a niveles aún más altos que la tercera, pero probablemente no sea suficiente para prevenir las infecciones por ómicron, según un estudio preliminar realizado en Israel.
Las vacunas provocaron un aumento del número de anticuerpos “incluso un poco más alto que el que teníamos después de la tercera dosis”, dijo la experta Gili Regev-Yochay, añadiendo que los resultados son preliminares y no han sido publicados aún.
Israel fue el país que más rápido puso en marcha las vacunas iniciales hace un año y el mes pasado empezó a ofrecer una cuarta inyección, o un segundo refuerzo, a los grupos más vulnerables y de alto riesgo.