Un estudio elaborado por la Universidad de Fudan -en la metrópoli china de Shanghái- y publicado por la revista científica Nature Medicine estima que la política de “cero COVID” implementada por China está evitando hasta 1.5 millones de muertes, informa el diario hongkonés South China Morning Post.
En la publicación se lleva a cabo una proyección de lo que habría acontecido desde marzo en caso de que un brote de ómicron con 20 casos iniciales y sin vigilancia no fuera controlado con las duras restricciones impuestas por el Gobierno de China en ciudades como Shanghái (este), que lleva casi dos meses confinada.
Una ola de contagios sin controlar provocaría un “tsunami de casos de COVID-19″ que llegaría a provocar hasta 112 millones de infecciones sintomáticas y 1.55 millones de decesos, según el estudio, realizado por expertos chinos y supervisado por expertos de la Universidad de Indiana y de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Los científicos firmantes de la publicación pronosticaron asimismo un colapso del sistema sanitario nacional teniendo en cuenta estas cifras, la eficacia de las vacunas chinas y el hecho de que, a mediados de marzo, aún había 52 millones de personas mayores de 60 años sin haber recibido una pauta completa de vacunación.
Pero, a su vez, el estudio sugiere unas medidas que, de llevarse a cabo, podrían equiparar el COVID-19 a una gripe estacional en China, con una cifra de decesos que rondaría los 88,000, siempre que el nivel de vacunaciones de las personas mayores alcance el 97% y que la mitad de los casos sintomáticos sean tratados con terapias antivirales.
Las autoridades chinas han defendido la eficacia de su estrategia de “cero COVID”, que hasta ahora les ha permitido doblegar a otras variantes con medidas como confinamientos y test masivos ante cualquier rebrote, así como con el cierre prácticamente total de las fronteras desde hace más de dos años.
En las últimas jornadas, y a raíz del creciente malestar por la dureza de las medidas en zonas como, precisamente, Shanghái, el Politburó -órgano de dirección del Partido Comunista (PCCh)- insistió no solo en continuar con la citada estrategia sino también en “luchar” contra quienes la pongan en duda o la critiquen.
De hecho, hoy mismo, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, fue censurado en las redes sociales chinas tras asegurar que la política de “cero COVID” del país asiático “no es sostenible”.