Micappital señala que durante los meses de enero y febrero, más de 425 personas se han sumado a su servicio orientado a la inversión de impacto sostenible, que mueve actualmente 1.2 millones de euros. / AFP / OSCAR DEL POZO
Micappital señala que durante los meses de enero y febrero, más de 425 personas se han sumado a su servicio orientado a la inversión de impacto sostenible, que mueve actualmente 1.2 millones de euros. / AFP / OSCAR DEL POZO

Seis de cada diez inversores españoles estarían dispuestos a renunciar parcialmente a la rentabilidad de sus operaciones a cambio de invertir en productos de desarrollo sostenible que puedan generar un impacto positivo en el planeta, según los resultados de una encuesta publicada por la consultora Micappital.

En un contexto mundial en que tanto las empresas como los organismos públicos intentan adaptar sus modos de producción y de consumo a la amenaza del cambio climático, ha aumentado el interés entre los inversores españoles por la posibilidad de aunar efectos benéficos y rentabilidad.

Según muestra el informe, un 57% de algo más de 1,200 inversores consultados renunciaría a cierta rentabilidad a favor de poder impulsar productos útiles a la sociedad y al planeta, aunque solo un 11% consideraría la posibilidad de dedicar toda su cartera a este tipo de inversión.

Micappital señala que durante los meses de enero y febrero, más de 425 personas se han sumado a su servicio orientado a la inversión de impacto sostenible, que mueve actualmente 1.2 millones de euros.

El debate entre rentabilidad y sostenibilidad tiene lugar en un contexto de creciente implicación de los grandes organismos internacionales en la lucha por un alcanzar un equilibrio entre crecimiento económico y respeto al medio ambiente, así como de un mayor escrutinio de las actividades e inversiones de las empresas en relación con las emisiones de dióxido de carbono.

A finales de febrero, el FMI y el Banco Mundial expresaron su respaldo al G20 en la lucha contra los riesgos provocados por el cambio climático.

Aunque en España esta tendencia ha surgido tardíamente, Micappital prevé que el interés se afianzará en el futuro.

En España venimos de un entorno menos maduro, los flujos de dinero hacia nuevos productos tienden a ser más tardíos por la menor cultura financiera del inversor minorista y la gran cantidad de dinero que hay parado en cuentas corrientes y depósitos, pero todo apunta a que en los próximos cinco años el crecimiento de este tipo de inversiones será exponencial, hasta alcanzar los niveles europeos”, explica Miguel Camiña, CEO y cofundador de Micappital.